Diáspora: los que desafiamos las fronteras

Publicado: 19 marzo 2016 en Migración

Dentro de la diáspora colombiana ha habido alguna resistencia a catalogarse como tal, se cuestiona que el término habla históricamente de los judíos. Y aunque ciertamente la historia del concepto viene del caso de la Diáspora (con D mayúscula) que conformaron los judíos dispersos por el mundo y con un mito de la tierra prometida a la que iban a retornar, la historia mundial de guerras, persecución política, religiosa y demás, ha llevado a muchas personas que comparten un mismo orígen geográfico y una identidad cultural, a migrar y establecerse en muchos países conformando comunidades transnacionales. Entre esas diásporas está hoy la colombiana, con casi 6 millones (el número difícil de estimar pero es este el que se viene usando en diferentes foros). Eso quiere decir casi un 13% de la población colombiana (que se calcula en 47,6 millones).

diaspora

Hay diversas definiciones del término pero casi todos los autores coinciden en que las diásporas tienen las siguientes características: son grupos de personas que (1) se han establecido en lugares diferentes a su lugar de nacimiento – (importante hablar de lugar y no de país, puesto que hay diásporas que no tienen estado, ej. los kurdos y los mismos judíos antes del Estado de Israel. La colombiana entonces es una diáspora con estado. (2) son heterogéneos como grupo, en cuanto a clase social, género, afiliaciones políticas, rutas de migración, motivos de la emigración, tiempo en el que emigraron, grado de integración en el país de acogida, acceso a recursos políticos y económicos y estatus migratorio (3) comparten una identidad nacional, cultural, étnica y/o religiosa que está en constante negociación con diversos actores, pero que en sus rasgos amplios es mantenida a través del tiempo y la distancia y es un importante factor de cohesión interna – ejemplo colombiano: compartimos unas memorias relacionadas con la música, la comida, historia cultural, aunque seamos diversos en muchas otras cosas (4) tienen una consiciencia de diáspora, lo que quiere decir que como grupo hay reflexiones sobre esa emigración y sobre lo que significan los retos en el país de acogida y formulan ideas y propuestas colectivas para mejorar su condición de migrantes frente a sus países de orígen y el de acogida ( aquí me parece que la diáspora colombiana está en un proceso de creación de esa conciencia de diáspora después de mucho tiempo de sectarismos, divisiones, pero sobre todo, de muy baja movilización política. Este proceso, es mi teoría, está respondiendo a los pasos que se van dando frente a una negociación de paz que ha empujado a la diáspora a encontrarse y pensarse su papel como víctimas fuera del país pero también como sujetos políticos, osea no sólo víctimas sino también agentes de cambio).(5) Mantienen una conexión psicológica, emocional, material al lugar de orígen y (6) tienen una idea del retorno. Muchas veces funciona como un «mito del retorno» (Safran, 1991) porque la verdad es que no siempre retornan, pero el mito y la idea del retorno ayuda muchas veces a balancear el tema del estrés de la «integración» en el país de acogida y procesos de aculturación.

Los estudios de diáspora sobre todo del área de la antropología y los estudios culturales en el norte (US y Europa) empezaron a fijarse en la cantidad de migrantes y organizaciones de migrantes que se iban formando en sus ciudades e iban transformando dinámicas sociales en los años 70s y 80s. También los estudios urbanos prestaron atención temprana a este fenómeno.

En el campo de las relaciones internacionales y el área de estudios de Paz y Conflicto, este campo del conocimiento está menos desarrollado emergiendo a finales de los 90s pero más intensamente después del ataque a las torres gemelas en 2001. Las diásporas desafían la idea de un «estado-nación» donde la identidad es igual a la ciudadanía. Hoy la doble nacionalidad de muchos de los que crecimos en diáspora es normal. Nuestra identificación con un solo estado es imposible, tenemos dos casas, dos culturas, dos lenguas (o más dependiendo del caso, hay niños con padres de diferentes orígenes pero nacidos en un tercer país). La lealtad que los estados se esperan de sus ciudadanos no es igual de evidente con esta gran masa de gente que desafía la idea de defender una sola bandera. Las teorías realistas del campo de las relaciones internacionales han sido llamadas a revisión (ej Ostergaard y Fiona. B Adamson son dos teóricas que están produciendo mucho material sobre el tema), porque ahora la unidad de análisis del «Estado-Nación» nos deja sin ver otros fenómenos.

El transnacionalismo de las diásporas es estudiado en el área de Paz y Conflicto para examinar como estos grupos de migrantes influencian el conflicto en su patría (homeland). Y aquí la teoría dominante ha sido de que las diásporas ayudan a azuzar el conflicto en casa. Uno de los ejemplos que acostumbra a ser nombrado es el de los Tamils, que activamente apoyaron a los Tigres del Eelam en su lucha contra el estado de Sri Lanka. Los Tigres además tenían un departamento internacional y abrieron oficinas en más de una docena de países donde la diáspora activamente ejercía diplomacia en su favor. Sin embargo, últimamente se viene haciendo más investigación sobre el impacto que las diásporas tienen para lograr la paz en sus países. El poder diplomático de la diáspora irlandesa en USA (Irish-American) es interesante. Pero también los mismos tamiles ejercieron presión para una solución negociada.

Y el único caso hasta el momento donde la diáspora ha participado de una Comisión de la Verdad en todas sus fases, ha sido en el caso de Liberia. 1631 testimonios recogidos en Estados Unidos, Gran Bretaña y los campamentos en Ghana, y un proyecto especial dentro de la comisión denominado «Proyecto Diáspora»  hacen de esta una Comisión interesante de estudiar. El reporte de esta comisión no sólo analizó la victimización que se dá en proceso de migración, las políticas de asilo que sufrieron los liberianos y el drama del exilio sino también el papel que potencias como Estados Unidos jugaron en su conflicto.

Esa comisión es ciertamente interesante de ser estudiada por el caso colombiano, que siendo un conflicto interno, es altamente internacionalizado tanto por los actores que desde afuera han intervenido (por ej con el Plan Colombia) y también por la cantidad de colombianos que por una u otra razón terminaron saliendo del país para preservar la vida, vivir más tranquilos, buscar oportunidades o simplemente escapar.

Mi review de los esudios de diáspora y en particular las diásporas generadas por conflicto: Understanding Diasporas: Their Behavior and Motivations: Review_Diasporas_Joanna Castro y el anexo:  Annex_Diasporas.

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