Archivos de la categoría ‘Suécia’

Happy, happy

Publicado: 6 septiembre 2015 en Cotidianas, Libros, Mujeres, Suécia
  • Sabes qué? Deberías buscar el libro ”Happy, happy”, me dijo mi ex-colega de trabajo, Jessica, cuando la volví a ver después de seis años. Estábamos en la isla donde vive ahora con su novio (un muchacho adoptado de Colombia) y tomando mojitos mirando por encima de los techos rojizos y anaranjados de las casitas del pueblito hacia el azul del mar báltico.

A veces la vida se me asemeja a un sueño que uno no sabe si de verdad está viviendo ya o es todavía esa imágen que uno se formó alguna vez en su cabeza. Y aquí estoy, adulta, sentada con una muy apreciada ex-colega, pagando mis mojitos, mi viaje a esa isla, escogiendo con quien quiero estar y pasar mi tiempo, tomando completa responsabilidad por mi vida y por mi hija.

La sugerencia de libro de mi amiga se debía a contarle la razón de por qué me separé del padre de mi hija y compañero de hacía más de 10 años (la única relación que he tenido en la vida): porque sólo tengo una vida, y no era esa la que quería vivir.

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La subienda del salmón

Publicado: 25 julio 2015 en Cotidianas, Migración, Suécia

La semana pasada estuve en el norte de Suecia y en la metrópoli del norte, Umeå. Una ciudad de unos 120.000 habitantes, famosa por su universidad, que recibe cerca de 30.000 estudiantes cada año, de otras partes de Suecia y del extranjero.

Pero voy a escribir aquí sobre la subienda.

La subienda del salmón

La subienda del salmón

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En mayo se armó un debate en Suecia cuando la corresponsal de la Radio Sueca para América Latina, estacionada en Rio de Janeiro, hizo una crónica sobre el día de la madre en Latinoamérica. Aquí está un resumen del debate. Yo escuché esa crónica en la mañana que fué transmitida y sentí tristeza de que las mujeres latinoamericanas que participamos en los movimientos de la sociedad civil y en la política, hubiésemos sido retratadas como haciéndolo a partir de nuestra capacidad de convertirnos en madres. La crónica pinta, inclusive a las presidentas de la región, como que nuestra participación política es partiendo de nuestro útero, literalmente: «Siempre han tomado el camino del útero para hacer oír sus voces». La periodista se pasó por la faja los movimientos de mujeres que trabajan por el aborto en la región. Y en lo concerniente a Colombia, tomó los movimientos de mujeres como ejemplos de movimientos que «invocan las cualidades maternales y pacíficas de las mujeres en contraste con la guerrerista de los hombres». IMG_20150523_155556 (más…)

La leyenda dice que cuando los suecos/as tienen niños/as regresan a Suécia.

Y no es para menos. Suécia está hecha para los niños y niñas. Es una sociedad pensada en el hecho de que hombres y mujeres alguna vez en sus vidas quizás deciden ser padres y madres y que esto cambia una realidad, no sólo en la vida de aquellos que deciden engendrar sino también en la sociedad en general.

Por ejemplo:

1.- En primer lugar la regla es que los hombres y las mujeres que tengan hijos/as aquí, sea porque lo quieren. Por tanto el aborto es legal, seguro y gratuito. Ningún niño/a necesita nacer sin ser deseado/a.

2.- El cuidado prenatal es gratuito y subvencionado por el Estado. Todas las mujeres embarazadas tienen por tanto el derecho de asistir a sus controles médicos con parteras (sí, como lo leen, parteras – no ginecólogos hombres que se creen los mandamás y los que pueden decidir sobre las mujeres embarazadas, la cosa aquí es con parteras que siempre están chequeando que la mujer embarazada esté informada y de acuerdo con el procedimiento a seguir).

3.- En el parto es totalmente normal que esté el padre también. (No sólo los padres con medios económicos, sinó todos los padres.) Por supuesto, un parto, o una cesárea, no cuesta nada para la paciente.

4.- La maternidad y paternidad están incorporadas en la vida laboral. 480 días tienen el padre y la madre para estar con su bebé – eso quiere decir que los niños/as tendrán a su padre o a su madre en casa hasta que tengan por lo menos un año y medio. Padre o madre. Repito: padre o madre. Eso quiere decir que no sólo la mujer tiene derecho a estar en casa con su bebé, sinó también el padre. Mi jefe en mi trabajo anterior tomó 9 meses con su hijo en casa. Su esposa otros 9 meses.

5.- Estar con el bebé en casa no significa literalmente estar confinado a cuatro paredes. La ciudad está hecha para andar con coches. Rampas, zebras en las calles, parques, andenes amplios, cafeterias con espacio para los coches etc etc. Por tanto, son muchos los hombres y mujeres que una ve afuera paseando con coches, tomando café en las afueras de los cafés, en los parques de picknick. Grupos de padres o madres comadreando o compadreando…

6.- Guarderías estatales que cuestan muy poco, pues su actividad también es subvencionada. Listas para recibir a los niños y niñas cuando después del delicioso primer año y medio de vida con su padre y su madre, él y ella tienen que regresar de nuevo a laborar…

Por tanto, estas vacaciones en Suécia como madre primeriza me han dado nuevas razones para extrañar este país…

Ojalá nuestros niños y niñas en Colombia pudieran empezar sus vidas de una manera más amable. Con una sociedad que les dé la bienvenida. Estas también pueden ser ideas para invertir las regalías de una manera más eficaz…. no sólo en carreteras…

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La casa verde

Publicado: 16 junio 2011 en Medio Ambiente, Niñez, Suécia

Qué dice para tí «ropa de segunda»?

Hace poco le dije a mi mamá que la ropa que no se pusiera quizás me la podía dar a mí para llevarla a Colombia. «Mami, la otra vez yo mandé ropa para las reclusas políticas y las desplazadas» (todo era ropa de mujer). Mi mamá me respondió: » Ay no, Joanna. A mí me dá pena regalar la ropa usada».
– «Pero mami, si su ropa que no usa está en muy buen estado, yo entiendo que usted se haya cansado de los modelos, colores, moda etc, pero está en buen estado. Qué piensa hacer, botarla?»

Yo entiendo también que a mi mamá le dé pena dar su ropa usada. En Colombia no hay un mercado de cosas de segunda mano. Las cosas de segunda mano se ven como «cosas de pobres», como limosnas. Creo que es algo que está también muy en nuestra mente, en nuestra forma de ver el mundo, que lo que esté «nuevo» es lo mejor. Cuando yo era niña esperaba de verdad el estrén de navidad y del año nuevo, además porque era prácticamente las únicas oportunidades en que me compraban ropa nueva durante todo el año. El sueldo de profesor estatal de mi padre y el de contadora de una empresa de mi madre no alcanzaba para muchos estrenes durante el año. Uniformes, útiles escolares, matrículas y mensualidades etc venían primero.

Después en Suécia, mi primer abrigo fué de segunda mano. En ese momento ni soñar con uno nuevo.

Botanizando en la Casa Verde

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Avión de guerra sin piloto

Publicado: 26 enero 2011 en Mundo, Suécia

Nuestro mundo funciona de forma terriblemente extraña.

Nos dividimos entre «primer mundo» y «tercer mundo» – el «segundo mundo» batalla entre ambos y aún así tienen gran población viviendo como en el «tercer mundo» (Brasil, China, India ) – el «cuarto mundo» para aquellos que no saben, viene siendo el mundo de los «aborígenes e indígenas» – extraña clasificación, que los que más ensucien el planeta se consideren ser los primeros.

Pero no para ahí. El «primer mundo» produce las armas que se usan en las guerras en el «tercer mundo». Pero también es el «primer mundo» el que se toma el rol de ser los guardianes de los «derechos humanos», certificar a otros países, condenar las no-democracias (que no les quieran hacer favorsitos, porque a las dictaduras amables a ellos jamás las critican).

Pues bién, países como Suécia viven del negocio de las armas. Empresas suecas como Bofors y SAAB son orgullo nacional, dan muchos trabajos en los pueblos donde operan, empleando a casi toda la población de una u otra forma. Esas son empresas productoras de armas. La exportación de armas para Suécia es tan importante como la de café para nosotros. Nosotros mandamos flores y café, de allá nos mandan armas – y «ayuda humanitaria».

El más reciente invento de la SAAB fué presentado ayer en Suécia: un avión de guerra sin piloto. Comandado desde una central. Se cree serán los aviones del futuro.

Ya los USA habían hecho una prueba el año pasado con un avión manejado como robot, que «neutralizó» un objetivo en tierra en Afghanistán. Lo cual fué catalogado como un nuevo hito en la «historia de la guerra».

Pues bién, SAAB ya venía pensando en estos aviones del futuro y por fin ayer fue presentado Neuron – una máquina en forma triangular con una punta que mira a su objetivo, con muchas banderas europeas (primer mundo) pintadas en su lata, al menos para la presentación ayer. Pues resulta que éste no es un invento puramente sueco sino de la hermandad europea, muchos países participaron en desenvolverlo pero los principales creadores son SAAB y la francesa Dassault. Es más, en Suécia fué presentado el cuerpo de la mágina ayer, y sería llevada a Francia para que le pusieran las alas. Mucho compañerismo.

Lástima que ese trabajo en conjunto sea para desarrollar armas. Y lo que no dijeron en la noticia que ví ayer, es para qué será utilizado? En dónde? Bombardeará o espionará en Suécia o en Francia? Dónde será utilizada esta teconología?

Preguntas incómodas. El «primer mundo» hace y vende las armas, que serán usadas en las guerras del «tercer mundo». Pero una de las cosas que no habían podido evitar era la muerte de sus soldados. Aquellos muchachos jóvenes que les dijeron que tenían que ir a pelear por su «patria» y por la «democracia», normalmente reclutados en barrios con alto desempleo, y que después llegaban a la «patria» en bolsas negras. Esos muchachos, o mejor, esas «bolsas negras», siempre han sido un dolor de cabeza para los guerristas en el «primer mundo».  Hacen que la gente se pregunte: morir para qué exactamente? Porqué nuestros hijos? Porqué guerrear en pueblos tan lejanos, con los cuales ni siquiera tenemos frontera? Quienes se benefician de la guerra?

Preguntas incómodas otra vez. Preguntas que por lo menos serán «neutralizadas» en cierta parte con aviones sin piloto! Aviones que detectarán enemigos, espiarán, quizás bombardearán? Todo eso sin arriesgar la vida de un piloto.

Pero, cuándo inventarán entonces algo para proteger la vida de aquellos en tierra? De aquellos tercermundistas que se tienen que exponer a estos robots, que también cometen errores, o adrede bombardearán a inocentes en un ataque de nervios o de ganas de los que lo manejan?

La guerra es sucia, y me parece que el «primer mundo» que vive de las guerras, también deberían arriesgar vidas. Sencillo, la guerra tiene que sentirse en lo más profundo de todos los participantes, para que quizás haya la esperanza de que por lado y lado se empiecen a hacer las preguntas incómodas que son tan necesarias.

PD: Las armas suecas también han llegado a Colombia. Para recordarles la noticia de que armas suecas fueron incautadas a las Farc en el 2009. Y en el 2008, en una visita del entonces vice presidente Francisco Santos a Suécia se rumoró que era con el objetivo de comprar un sistema de radar llamado Erieye (de frabricación de SAAB), para lo cual se había reunido con representates del SAAB. Esto, causó revuelo entre la opinión sueca, que se indignó con la aprobación hecha por el gobierno sueco para vender armas a Colombia. Porque afortunadamente no hay sólo los que se «enorgullecen» de su industria armamentista, también hay los que se indignan. Y Santos tuvo que además soportar una pequeña manifestación de colombianos en Suécia que se oponían a esta compra.

Neuron - sin piloto

Sugerencias: libros suecos

Publicado: 24 diciembre 2010 en Libros, Suécia

No sé si ustedes son como yo. Que están hoy 24 comprando regalos de navidad. Yo detesto  ir de compras, me aburren los centros comerciales y sobre todo los empleados de las tiendas que son muchos y desde que uno entra a un almacén están mirándolo, preguntando «en qué puedo ayudarle?», «Qué necesita?» etc. Muchas veces no quiero comprar nada. Sólo mirar. Ver qué hay. Qué es bonito. Cuales son las últimas tendencias, pero entonces viene una persona del almacén que me persigue con su mirada o literalmente va detrás cual si fuera uno un ladrón. A veces esa es la impresión que me dá. Con toda seguridad los jefes les dicen que eso es lo que deben hacer cuando llega un cliente. Pues yo les digo que habemos muchos que en vez de sentirnos bienvenidos nos sentimos obsevados y molestos. Muchos extranjeros me dicen lo mismo, que se sienten incómodos al entrar a almacenes en Colombia y sienten que tienen que comprar algo por la perseguidera de los empleados. Terminan por tanto evitando los almacenes.

En todo caso, hoy no me salvé. Tuve que meterme en los centros comerciales. Después de un buen café y unas onces en la tranquilidad de mi casa, me pregunto cómo resistí tantas horas en ese alboroto que son las compras navideñas.

Buscando regalos en las estanterías de los libros me encontré con dos libros suecos. Si ustedes no han comprado regalo o quieren leer algo diferente del otro lado del mundo, estos dos pueden ser una alternativa.

Åsa Larsson es una escritora de 40 y algo. Se ha vuelto la reina de las novelas de suspenso y detectives en Suécia. Su debut con la novela «Solstorm» – Aurora Boreal – se ganó premio a la mejor novela policíaca del 2003. Además se hizo una película del libro. La novela ocurre en un pueblo muy al norte de Suécia llamado Kiruna. Åsa Larsson creció en este pueblo, y lo que les puedo contar, porque estuve ahí en el 2008, es que es muy pequeño, muy tranquilo y la mayor atracción es la mina de carbón subterránea más grande del mundo. La mina es super tecnológica y es posible visitarla como turista. Para esto se mete uno en un ascensor y baja 13 pisos bajo tierra. Pero la mina consta de más del doble de eso. En Aurora Boreal se pueden dar una idea de cómo es la vida en el pueblo y del control social enorme que pueden haber en los pueblos pequeños en Escandinavia. El infierno que se vive en el libro contrasta con la tranquilidad aparente de Kiruna – el pueblo por excelencia para ver el sol de media noche. Pueblo chico, infierno grande.

El otro recomendado sueco es «Mi amigo Stieg Larsson» de Kurdo Baksi. Como ven, Larsson es un apellido muy común. Es un López o un González. Stieg Larsson era un escritor. El escribió la trilogía Millenium que se volvió famosísima en todo el mundo: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, La reina en el palacio de las corrientes de aire. La protagonista de los tres libros es Lisbeth Salander, una hacker jóven que tiene una vida muy difícil y problemas con su familia. Los libros se han analizado también como feministas, por la fortaleza de Lisbeth que, aunque la sociedad, el estado, la criminalidad y la familia se la quieren comer viva, ella lucha por mantener su dignidad intacta. Como sea y a como dé lugar. Lisbeth se ha convertido en una de mis heroínas.

Stieg Larsson se dió a conocer en Suécia en los 80 y sobre todo inicios de los 90 por su lucha contra los grupos de extrema derecha y racistas. El fundó la revista Expo, una revista antiracista y escribió un libro sobre el partido «Demócratas Suecos», un partido heredero de la ideología nazi. Por esto se ganó enemigos y fué amenazado. Murió en noviembre de 2004, pero cuando eso ya había dejado las novelas de Millenium escritas. La primera, Los hombres que no amaban a las mujeres, salió en agosto de 2005. Un año después la segunda y después la tercera. En el 2009 salió la primera película basada en la primera novela. Las tres películas son de ataque y excelentes para ver. Pero claro, mejor es leerse los libros.

Stieg Larsson se volvió pués rico después de muerto con sus novelas y en Suécia ha sido noticia la pelea entre su compañera sentimental y su familia (padre y hermanos) por la herencia.

Además se ha discutido mucho sobre su aporte a la lucha contra los grupos racistas, que hoy además están en el parlamento. En medio de todo esto, el Estado estaba analizando retirarle el apoyo a Expo, la revista antiracista, en un giro ideológico de los partidos que hoy opinan que el estado no tiene por qué estar apoyando esas inciativas. Una lamentable decisión, justo ahora que más se necesitan esas fuerzas antiracistas. Pero a la vez se toman decisiones de darle apoyo a la revista racista Nationell, que tiene la tesis de que la «etnia sueca» se está «extinguiendo». Por tanto inmigrante obviamente. Una retórica de la raza pura y la mezcla como algo que ensucia la raza, o la acaba. Dá miedo escucharlos.

Kurdo Baksi es escritor de origen curdo y además fué amigo de Stieg Larsson. Este fué su aporte a la discusión y un homenaje a su amigo.

Feliz Navidad!

Auroa Boreal - Åsa Larsson

Mi amigo Stieg Larsson - Kurdo Baksi

 

Llamo a mis hermanos

Publicado: 21 diciembre 2010 en Migración, Suécia

Taimour Abdulwahab. Así se llamaba el muchacho que se explotó con una bomba en el centro de Estocolmo el pasado sábado 11 de diciembre. Según las noticias, Taimour llevaba tres bombas alrededor de su cuerpo y su intención era alcanzar a llegar hasta la calle Drottningatan, una calle peatonal que atraviesa el centro de la ciudad. Pero sólo un poco antes de llegar se le explotó una de las bombas y murió. Sin que hubieran más víctimas. Si hubiera alcanzado a llegar a Drottningatan se hubiera llevado consigo a muchísima gente, pues ese es el centro de compras por excelencia y mucha gente estaba haciendo sus compras de navidad.
Abdulwahab tenía apenas 28 años. Había llegado a Suécia con 10 años de edad en 1992, al parecer de Iraq. Después de terminar el colegio se había ido a Londres a estudiar y se convirtió en fisioterapeuta. Allá se casó y tuvo tres hijos.

Todos estos días los suecos se la han pasado analizando el hecho. Abdulwahad les había enviado un correo de mail a los periódicos más importantes diciéndoles que: «por las carícaturas de Lars Vilks (… una caricatura de Mahoma en forma de perro…). Así como nuestros hermanos, hermanas e hijos mueren en Afhanistán, así van a morir sus hermanos, hermanas e hijos» – es de aclarar que Suécia tiene tropas militares en Afghanistán bajo el comando de la OTAN. Aunque supuestamente los suecos son «neutrales». Pues bién, el miedo se extiende cada vez más en Suécia. Ahora se habla de que Suécia está entrando en el radar del «terrorismo».

Lo que es verdaderamente patético de este modo de pensar es que no hace mucho, en octubre, un tipo sueco andaba disparándole a inmigrantes en la ciudad de Malmö, al sur de Suécia. Este hombre, que hoy lo llaman de «hombre loco», les disparaba a gente que no fuera rubia, que tuvieran cabello negro, ojos negros, piel oscura. Sin más ni más! Pero eso parece que no entra en la definición de «terrorismo». Un poco antes, en las elecciones de septiembre, el partido heredero de los Nazis, llamado hoy «Demócratas Suecos», entró al parlamento. Este partido tiene una retórica fuertemente racista y nazista. Sólo que hoy por hoy los principales afectados no son los judíos, sino los musulmanes (y claro, también todos los inmigrantes, obviamente latinos incluidos). Ellos infunden miedo con su modo de hablar y pensar, sus propuestas, pero no se habla de este miedo que están provocando entre los inmigrantes.

En una columna muy buena, un periodista sueco se preguntaba: «Es acaso que la idea de un terrorista se está voviendo un concepto étnico?» Si lo que hacía «el hombre loco» no era inferir temor, terror y miedo, qué era? Sólo porque estaba haciéndolo contra una parte de la población, la no rubia? Sus motivos son igual altamente políticos. Son racistas. El racismo puede convertirse en política, como lo hizo Hitler, como lo hacen hoy los partidos de extrema derecha en Europa y que ya tienen votaciones bastante altas en Holanda, Austria, Dinamarca, Noruega, en Francia van en camino – y de todas formas Sarkozy nos es pera en dulce en esta materia. El terror se había apoderado ya de Europa y Suécia antes de que pasara esta bomba suicida.

Hace unas noches atrás me quedé viendo un noticiero sueco, donde uno de los reporteros estaba en Istanbúl (Turquía). El reportero es de ascendencia árabe. El le cuenta al estudio que aunque en Bagdad ocurren este tipo de acontecimientos todos los días, bombas que explotan y matan a civiles, la bomba en Estocolmo se convirtió en toda una noticia. Aunque sólo el sucida hubiera resultado muerto.

Es triste. Cuánto vale una vida en Bagdad? Los suecos creían que ellos podían participar de una guerra en Afghanistán sin sufrir consecuencias en su casa. No defiendo al suicida, que por demás realizó un acto de terror. Pero es cínico de países como Suécia, pensar que pueden ir guerrear en un país ajeno sin que ese «enemigo» tome retaliaciones. Y lo peor es el consenso que parece hacerse de qué es terrorismo o quienes son terroristas. Es un poco parecida a la lógica que tenemos en nuestro país. Terroristas pueden solamente ser los guerrilleros – hasta a los paras se les trata con más respeto. Pero el ejército nó. Actos como los «falsos positivos» y las colaboraciones del ejército con los paramilitares para bombardear y sacar a poblaciones de sus territorios, son también terrorismo. No importando que la institución sea legal. Tenemos que recuperar el lenguaje. Tenemos que recuperar lo que significa terrorismo – acto de infundir terror – y aplicarlo también para aquellos que dicen que nos «protegen» con su barbarie. En realidad si nos quisieran «proteger«, actuarían de forma distinta. No provocando más violencia y más retaliaciones.

Hace unos días me llegó un correo de una amiga musulmana con esta carta de un escritor sueco (de madre sueca y padre de Tunisia); Hassen Khemiri. El escribió esta carta, leída por él mismo en la radio sueca: (La traduje a modo de reflexión)

«Llamo a mis panas y les digo: Pasó una cosa tan horrible ayer. Escucharon? Un hombre, un carro, dos explosiones, en el centro de la ciudad.
Llamo a mis panas y les digo: Nadie murió. O, bueno, uno murió. El murió. El, que no era nuestro pana. Pero claro. Algunos van a intentar conectarlo con nosotros. Su nombre, su origen, su color de pelo. Suficientemente parecido (o para nada parecido).

Llamo a mis hermanos y les digo: Cuidado! Mantengan un bajo perfil algunos días. Tranquen la puerta. Bajen las cortinas. Si tienen que salir: dejen la bufanda palestina en casa. No carguen ningún maletín sospechoso. Suban el volumen en los audífonos para que no escuchen los comentarios. Cierren los ojos para no ver las miradas de las personas. Susurren en el metro, no se rían muy alto en los cines. Pasen desapercibidos, háganse invisibles, conviertánse como en gas. No llamen la atención de absolutamente nadie.

Llamo a mis hermanos y les digo: Olvidense de todo lo que les dije. A la mierda con el silencio. A la mierda con hacerse invisibles. Salgan al centro vestidos únicamente con luces de árbol de navidad. Pónganse enterizos de colores forescentes, faldas de paja anaranjadas. Toquen marimbas. Hagan estallar los megáfonos. Ocupen barrios, tómense los centros comerciales. Háganse notar al máximo hasta que entiendan que hay fuerzas en oposición. Háganse tatuajes de ”PK for life” en letras góticas negras en el estómago. Defiendan el derecho de los idiotas a ser idiotas hasta que pierdan la voz. Hasta la muerte. Hasta que eniendan que nosotros no somos los que ellos creen que somos.

Llamo a mis hermanos y les digo: Y a propósito. Cuáles ”ellos”? No hay ningún ”ellos”. Lo que hay es extremistas en ambos lados, que nos quieren convencer de que hay un ”ellos”. Un ”ellos” peligrosamente amenazador y homogéneo. No confén en nadie que hable de ”ellos”. Todos los que hablan de ”ellos” son idiotas. Especialmente los que aseguran que estamos en guerra. No hay guerra, me escuchan? No hay guerra.

Llamo a mis panas y les digo: Ok. Tenemos una guerra. Tenemos varias guerras. Pero nó una guerra de la forma en que ellos piensan. La guerra es por nuestros cerebros. La guerra se trata de nuestro miedo. Y cuando el miedo nos coje, los aviones se convierten en misiles y las maletas en bombas. Los celulares se vuelven detonadores, la comida de bebé en masa de explosivos. Todo líquido es potencialmente explosivo. Todos los hombres barbudos llevan potencialmente una bomba. Y cuando el miedo nos coje empezamos a tenerle miedo al futuro y desear volver al pasado. Empezamos a desear poder retroceder el relój, todo era mejor antes, cuando los hombres eran hombres y las mujeres mujeres y nadie era homesexual. Cuando teníamos fax en vez de internet y palos justicieros en vez de sistema judicial. Con gestos nostálgicos recordamos las torticas de crema, rodilleras de bolitas, los pueblos y el castigo de garrote. Todo era mucho más sencillo antes. Cuando el límite era claro y el enemigo tenía un sólo rostro (y únicamente UN rostro). Pero todos no tienen miedo. Nosotros no nos dejamos meter miedo, nosotros vamos con la cabeza en alto andando hacia un futuro donde los límites se diluyen, conscientes de que ningún relój podrá ser echado para atrás. No tenemos miedo. No tenemos miedo.

Llamo a mis panas y les susurro: Ok. Reconozco. Tengo miedo. Tengo supermiedo. Tengo miedo de que hombres que les disparan a padres de familia a través de las ventanas son descritos como locos sueltos y nó como una parte de una red más grande de grupos de extrema derecha. Tengo miedo de que nadie recuerda a los rasistas que prenden fuego a los apartamentos de familias antirasistas en Högdalen. Tengo miedo de los nazistas en Salem y los islamistas en la Calle Drottningatan y de los fascistas en nuestro parlamento. Pero sobre todo tengo miedo de que la historia parece repetirse, de que nunca aprendamos, de que todo apunta a que nuestra cobardía y nuestro miedo por lo dizque diferente está tan profundamente arraigada que no podremos nunca derrotarla.

Llamo a mis hermanos y les digo: Pasó una cosa tan terrible esta noche. Me subí al metro y ví un individuo muy sospechoso. El tenía pelo negro y una mochila más grande de lo normal y su rostro estaba cubierto por una bufanda palestina.

Llamo a mis hermanos y les digo: tomó una fracción de segundo antes de darme cuenta que era mi propio reflejo en el vidrio».

Estocolmo

Según la revista Good Magazine, Estocolmo es la ciudad más segura en el mundo para peatones.  Allí muere un promedio de 1,23 peatones por 100.000 habitantes. En la más peligrosa, Atlanta, mueren 10,97 por 100.000.  En este ranking, Cali, aunque no la consideran en el estudio, vendría siendo la 7 más peligrosa para peatones en el mundo con un promedio de 5,92. La más peligrosa en Colombia sería Medellín con 7,03 y Bogotá quedaría de undécima. Estas son las cifras del Fondo de Prevención Vial pues ninguna de las ciudades colombianas participó en el estudio internacional.

Eso significaría que yo pasé de vivir en la metrópoli más segura para peatones en el mundo a la séptima más peligrosa. Y qué bién que haya un estudio que corrobore la forma como me siento cuando camino en esas dos ciudades. En Estocolmo me siento respetada, en Cali me siento un estorbo. Un estorbo para los carros. Aquí aún en las zebras salgo corriendo cuando el semáforo alcanza a cambiar y a mi me faltan dos pasos para llegar al andén. Si no corro es como que el carro no responde. Y tampoco hay zebras en todas partes. El andén que debería ser un territorio salvaguardado para el peatón nó lo es. Los carros se parquean en el andén. Meten todo el carro si pueden. Tengo yo, como peatón, que bajarme a robarle un espacio a los carros que a su vez pasan como si yo no tuviera nada que hacer en sus calles, o bién pasar de ladito pegada a la pared.  Si no son carros parqueados son materiales de construcción.  En algún momento el peatón está en los planes de los que construyen esta ciudad? O pretenden que todos tengamos carro? Con el aire pésimo que ya tiene Cali,  hacer la ciudad más amable para los carros que para los peatones y bicicletas es ponerse la zoga al cuello.

Por eso estaba esparando el dia de hoy, el  «Día sin carro». Sólo buses de transporte público, taxis, vehículos de empresas y unos desadaptados andaban por las calles. Hasta ví varias personas en bicicleta en la avenida sexta! El aire y el ruido mejoraron sustancialmente en el centro norte donde me encontraba.  Y sólo con un día. Menos ruido dá menos estrés. En realidad hay muchas ventajas de tener en cuenta al peatón y al ciclista. Por ejemplo, además de las ya mencionadas, menos idas al cirujano plástico. No es coincidencial que en Estados Unidos la gente aumente tanto de peso, si es que sus ciudades son realmente nocivas para el ser humano, cada uno con su carro viviendo una vida sedentaria. Carreteras para andar a todo vapor donde no es posible caminar. Considero que cuando fijemos un modelo de desarrollo no miremos a donde ya tienen tantos problemas. Porqué no miramos a ciudades como Estocolmo, con un ambiente mucho más tranquilo y más respetuoso del peatón. Donde si se quiere, es totalmente posible tener la bicicleta no sólo los domingos en la ciclovía, sino como medio de transporte diario.

Entiendo que este tipo de cuestiones empiezan a estar sobre el tapete en Colombia, con los sistemas masivos de transporte. El MIO en Cali, el Transmilenio en Bogotá etc. Pero además de transporte e infraestructura también nos va a tocar trabajar bastante con la forma de pensar nuestra. Me parece que en la forma de conducir también se proyecta la agresividad que muchos llevan. Y el machismo. El yo me meto si me dá la gana, miento la madre, manejo a toda.

El carro no es sólo un medio de transporte, es también un arma.

PD: Y Mario Vargas Llosa fué elegido como Premio Nobel de Literatura por la Acadamia en Estocolmo hoy. Pueda que el premio sea un premio literario y hay quienes gustan de la forma de escribir de Vargas Llosa. Pero es un trago amargo por lo que Vargas Llosa representa politicamente, y también puede ser juzgado como tal puesto que se metió en la política.  Estuve en un conversatorio de Vargas Llosa en la Casa de la Cultura en Estocolmo en el 2007 y ahí adquirí El Paraíso en la Otra Esquina y La fiesta del chivo. Ambos en sueco, lamentablemente, así que no lo he leído en idioma original, y siempre se pierde algo en la traducción.

Esa vez  no quiso hablar de política, sólo de qué lo inspiraba para escribir. Y recuerdo que dijo que le gustaba viajar y conocer nuevos lugares, inspirarse en otras culturas y pueblos. Sin embargo, Vargas Llosa reproduce sin crítica la idea de que el multiculturalismo no funciona. Repite las palabras de un exiliado, originario de Chile, que en Suécia parece renegar de su condición de inmigrante. No hay nada malo con sentirse sueco, yo también me siento culturamente sueca de muchas formas, pero el tener raíces en otro país, hablar una lengua materna distinta al sueco, cargar en su historia otras experiencias que una persona nacida en Suécia jamás vivió, debería ser considerado un recurso, y no como Mauricio Rojas lo considera, aspectos a ser  «integrados cultural y cívicamente» que a la larga, por lo que proponen en el parlamento Rojas y su partido (Liberal)  significa lo mismo a ser corregidos, y reemplazados por una expresión sueca para ser aceptados. Lo diferente no tiene cabida. Y también es su partido el que propuso que hubiera un mercado de laboral aparte para los inmigrantes, con sueldos más bajos!

Vargas Llosa elogia en ese artículo el desmantelamiento del Estado de Bienestar en Suécia. Un modelo que ha ubicado a Suécia entre los países con mejor calidad de vida del mundo. Y lo cual nunca ha alcanzado países con una economía de mercado como Estados Unidos. Se dice que los impuestos eran muy altos, pero se podía vivir perfectamente con los sueldos, puesto que no había que pagar por muchos servicios que en otros países son privados. Ese desmantelamiento, contrario a lo que Vargas Llosa dice aquí, no ha conllevado a más libertad (de elegir escuelas, centros de salud, fondos de pensiones etc) sino a desespero entre una población que estaba acostumbrada a ser tratada como seres humanos y no como máquinas de trabajo.
La gente que sufría de enfermedades que les imposibilitaban laborar, tenían un seguro en la red de seguridad social que les garantizaban una vida digna. Ahora esa gente la están botando a la calle porque la modificación en el seguro social ha hecho que muchas enfermedades como el cáncer no las tomen en cuenta. Por lo cual o tienen que trabajar o no mantendrán su casa/apartamento.

Además el denominado «voucher» para las escuelas, que Friedman propagaba y que Vargas Llosa elogia, lo que ha acarreado en un reciente estudio en Suécia es un nível académico que ha decaído en general en todo el país, y que las escuelas privadas reciban el voucher por cada alumno (plata que paga el estado para que el alumno no pague de su bolsillo – porque la eduación allá es gratuita para el estudiante) para en vez de invertirlo en la calidad académica lo ahorren en sus empresas e inflen las acciones. De tal manera que muchos millones del Estado están yendo directamente a las arcas de empresas y consorcios de educación privados a costa de la calidad académica. La competencia no ha resultado buena. En Suécia la escuelas compiten con: «te damos un computador si escoges nuestra escuela» , «con nosotros tendrás clases sólo en la mañana», «te daremos el curso de conducir», «nuestra pedagogía es mayor tiempo libre para el alumno». Todo con el ánimo de atraer el voucher estatal que acompaña a cada alumno.

El sistema de pensiones, ni hablar. Cuántos de ustedes se sentarían para mirar entre 70 o más fondos para poner su pensión? Cuántos tienen los conocimientos, el tiempo y las ganas suficientes para hacerlo? En Suécia muchos no hicieron una elección activa del fondo de pensiones, que simplemente significa jugar ruleta rusa con los ahorros de toda una vida que supuestamente asegurarían una vejez tranquila. Afortunadamente es sólo una parte la que vá a esa ruleta rusa, donde nuestro dinero sirve para que otros jueguen en la bolsa.

Esa columna fue escrita en el 2005, y Vargas Llosa quizás no alcanzaba a vislumbrar que uno de los efectos de esa política ha sido un creciente racismo en Suécia.  A alguien hay que culpar cuando el Estado de Bienestar está siendo desmontado. Y es muy difícil verlo en la economía, hay que leer las páginas económicas y entender de términos que muchos no manejan (yo estoy aprendiendo). Lo más fácil resulta decir que la inmigración cuesta mucho. Que es el inmigrante el que nos quita la posibilidad de que la plata del estado alcance para todos. Y siempre hay Malinches como Mauricio Rojas que apuntan con el dedo a los que son como él. Para distanciarse.

Ojalá y Vargas Llosa no se haga el sueco el 10 de diciembre cuando irá a Estocolmo para recibir su premio nobel en literatura, y haga el esfuerzo por enterarse de cuales son las consecuencias del desmantelamiento del estado de bienestar sueco. 5 años después de su columna. Porque entre las paredes de la Casa Municipal en Estocolmo y en la fiesta con la realeza, se enterará solamente de lo positivo, de cómo las acciones han subido y cuan bueno ha sido el poder elegir que los hijos de uno no se junten con los de los sectores más bajos… Pero no tengo muchas esperanzas.

 

Día sin carro. La avenida sexta hoy a las 11.30 am.

 

Los liberales y el racismo

Publicado: 22 agosto 2010 en Suécia

Nyamko Sabuni es una mujer nacida en Burundi que llegó a Suécia con su padre, como refugiados políticos. Hoy es la ministra de «Igualdad e Integración». Pertenece al partido liberal sueco, el llamado «Folkpartiet», traducido vendría siendo como «Partido del Pueblo».  A medida que la temperatura va bajando para dar entrada al otoño, Nyamko se ha encargado de echarle leña al fuego y le subió la temperatura al debate sobre la inmigración de cara a las elecciones del 19 de septiembre. Ese día los suecos elegirémos un nuevo «Riksdag», osea Parlamento.

Nyamko se ha hecho conocer por sus propuestas agresivas contra los inmigrantes, y en especial por su aguerrida batalla contra el islam. A Nyamko le gusta prohibir e imponer. Quería prohibir manto en la cabeza a niñas menores de 15 años (osea las musulmanas, porque no creo que tuviera nada que ver con pañoletas). También quería imponer visita al ginecólogo a todas las niñas (pensando seguramente en las niñas musulmanas). A su partido le gusta prohibir e imponer, en temas de inmigración, porque de resto dicen que les gusta la «libertad». Una palabra bastante sin fondo cuando cae en la boca de los liberales suecos, o los nuestros también…  Nyamko propuso la semana pasada que los inmigrantes no tuvieran las mismas reglas para poder estar en casa con sus hijos pequeños, como sí lo pueden hacer los suecos. Además opina que debe haber otro mercado de trabajo para los inmigrantes, uno con sueldos más bajos. Es para que les den trabajo, dice Nyamko.  Porqué no de una vez decimos que este país es para los suecos (nacidos aquí? o suecos étnicos? puros suecos, con ambos padres suecos? que hablen sueco perfecto? ) y que el que venga esté dispuesto a lavar platos, limpiar las estaciones de tren y si por acaso les dan los mismos trabajos que los suecos, que lo hagan por menos sueldo, además que no puedan, como sus colegas suecos, quedarse en casa cuando sus hijos nazcan y estén pequeños.

Días antes el presidente del partido de Nyamko propuso que se debería prohibir que las profesoras en las escuelas tengan «burqa», el traje que las mujeres usan en Afghanistán. Que porque eso imposibilitaba el aprendizaje.

Cultura, tradiciones milenarias, formas de pensar, formas de vivir, identidad, raíces, conflictos étnicos, religiosos, historia, todo aquello quiere ser «corregido» por los liberales y por muchos en el sector de la derecha, algunos en la Socialdemocracia, y por los herederos nazis, el Partido Demócratas Suecos (SD), a punta de prohibiciones e imposiciones que simplemente revelan una ignorancia que dá pena ajena y un desprecio por gente de otras partes que no pueden disfrazar tras frases como : «es para que les den trabajo» «es que dificulta el aprendizaje» «es para mejorar la integración».

Nyamko opina que hay que ser un poco «inconvencionales» para solucionar problemas de integración. Bastante «inconvencional» resultó la ministra que nombró como secretario en el Departamento de Integración a un Henrik Emilsson, que en su blog escribió: «El islam es como el comunismo o el nacismo, no hay buenas personas ahí, sólo confundidos o malos». A Emil le dieron responsabilidades como el Fondo de Integración, trabajar con Sueco para Inmigrantes, y ayuda para establecimiento para recién llegados.  Sólo cuando se supo lo que Emil pensaba del Islam (sobra decir que muy seguramente la mayoría de las personas para las que trabajaba eran justamente musulmanes) es que le cambiaron las tareas de trabajo, ni el sueldo le bajaron…

Nyamko Sabuni

Nyamko Sabuni, la ministra de Igualdad e Integración en Suécia