La archireconocida y tristemente célebre compañía estadounidense de carbón Drummond se lleva el carbón colombiano por la bahía de Santa Marta.
Anoche tomé un vuelo desde Santa Marta, cuyo aeropuerto queda muy cerca del mar. Mientras esperaba mi vuelo me fuí para la playa del Aeropuerto y me senté en su malecón a mirar el sol del 1 de mayo caer sobre el mar caribe colombiano.
Pero además del espléndido mar, la brisa fresca, la arena blanca, las piedras esculturales en la orilla, las nubes y el sol como un plato medio anaranjado, medio amarillo, medio rojo… también se veían varios buques y las plataformas de carbón donde esos grandes buques son cargados. Ese «progreso» como algunos lo llamarían, afeando la «bahía más linda de América».
«Esos buques son de la Drummond. En las plataformas los cargan, pues no pueden acercarse al puerto» – me había contado el taxista samario que me condujo al aeropuerto. Efectivamente, la Drummond carga «su» carbón que extrae de las minas del Cesar (en donde también estuve este fin de semana) en el puerto de Santa Marta. Para llegar ahí lo transportan en tren – porque los trenes en Colombia son sobre todo usados para la mercancía de ese tipo, no para pasajeros. Tan bién les ha ido a la Drummond en Colombia que en el 2003 logró récord de carga de carbón, obviamente no se quieren ir…
El problema es que por donde uno anda en Santa Marta no se vé progreso equitativo. Tampoco es progreso construir enormes complejos turísticos que terminan dañando el paisaje natural de la bahía, reemplazando vegetación por edificios como en el Rodadero, donde no sé qué clase de gente se divierte entre la selva de cemento y el mar. Lo mismo está por ocurrir en Playa Grande, en Taganga, donde los complejos ya se ven en los cerros secos y ya muy poco verdes. De resto, el camino entre Santa Marta y Taganga, que además atraviesa la carrilera del tren del carbón para el puerto es una triste historia. La pobreza palpitante. No será que ni trabajo les dan en el puerto? Cuánto paga la Drummond por utilizar la Bahía de Santa Marta para sacar nuestro carbón? Cuánto paga por los daños ambientales que ocasiona? Ya anteriormente había apelado una multa impuesta por el gobierno en el 2007 por contaminación.
Pero como si no fuera poco, la Drummond además está enredada en asuntos de paramilitarismo, donde uno de sus ex-contratistas, Jaime Blanco Maya, está en la cárcel por presuntamente haber ordenado el asesinato de dos sindicalistas de la Drummond, Volmore Locarno y Victor Hugo Orcasita, presidente y vicepresidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Minera – Sintraminergética. Los dos sindicalistas estarían promoviendo una huelga para exigir el cambio de contratista de la comida, pues se quejaban de la calidad de la comida que recibían. No estarían ellos en su derecho de protestar? No es una buena alimentación lo mínimo que un trabajador colombiano que ayuda a sacar el carbón de Colombia se merece? Cuánto vale una vida? Un contrato de la comida? Porqué la Drummond se hace la que no sabe cuando al parecer los paramilitares de Jorge 40 le cuidaban la carrilera por donde sacaban el carbón hasta Santa Marta?
El programa Contravía realizó un programa dedicado a éste caso y por el cual se llevan investigaciones en una corte de los Estados Unidos, a donde citaron al ex-presidente Alvaro Uribe. Pero él se negó a comparecer. Porque al ex-presidente, tan preocupado como decía que estaba por la seguridad, seguramente le importa un físico pepino la seguridad de sindicalistas en Colombia. Por lo menos eso dá a entender al negarse a ir a a esta audiencia.
La Drummond, si opera en Colombia, debería ser responsable por TODO lo que tiene que ver con la empresa. No puede escudarse en yo no sabía. TODO incluye: pagar los impuestos que le corresponden, hacerse responsable por el bienestar de sus trabajadores y las de sus familias (no están comerciando con papas sino con carbón, así que plata tienen!), hacerse responsable por el impacto ecológico y ambiental y tomar las medidas necesarias para disminuirlo al máximo ( sólo porque sus accionistas y directivos vivan en otros países y en USA no significa que puedan ignorar lo que hacen en su «mina de oro», la que les dá para los gusticos) y obviamente respetar los derechos humanos y laborales de las comunidades donde su actividad impacta.
Pero para que esto mínimamente se pudiera cumplir necesitaríamos otro tipo de líderes, unos que por lo menos comparecieran a una audiencia sobre este tema y que además no consideraran la minería una locomotora a la que se le puede dar rienda suelta con el falso discurso de «progreso» y «desarrollo» para todos. Juan Manuel Santos con seguridad ha estado en Santa Marta y visto que «el progreso» de la minería del carbón está bien perdido… por lo menos no se vé a cielo abierto. O qué hacen los niños de Taganga y alrededores pidiendo una moneda para comprar un pan? O los de Valledupar pidiendo 1000 pesos para tirarse del puente a clavar en el rio Guatapurí, una clavada no muy libre de riesgos. Será que a los hijos de los accionistas de la Drummond se les ha pasado por la cabeza una ocupación semejante para ganarse unos pesitos extras?
Y por último, yo diría que esa empresa debería ser expulsada de Colombia. No tiene presentación que una empresa extranjera además de llevarse el carbón (del cual no notamos mucho «progreso») no haya hecho nada por garantizar una buena alimentación a sus trabajadores. Al final, no les garantizaron ni la vida. Por pura dignidad de colombiana, opino que esta empresa no tiene nada que hacer aquí. Qué opina Juan Manuel Santos y su gobierno?
En el atardecer del 1 de mayo mi homenaje silencioso fué para los trabajdores de las minas en Colombia, los de ayer, los de hoy y los del mañana.

Las plataformas de carbón a las afueras de la bahía de Santa Marta

Plataforma de carbón

El atardecer del 1 de mayo - y los buques de la Drummond

Santa Marta y su atardecer - y los buques del a Drummond

Afiche del Festival Vallenato No. 44 - con apoyo de la Drummond y el Ministerio de Cultura de Colombia

El logo de la Drummond en el afiche - sponsored by....