Archivos para enero, 2011

Avión de guerra sin piloto

Publicado: 26 enero 2011 en Mundo, Suécia

Nuestro mundo funciona de forma terriblemente extraña.

Nos dividimos entre «primer mundo» y «tercer mundo» – el «segundo mundo» batalla entre ambos y aún así tienen gran población viviendo como en el «tercer mundo» (Brasil, China, India ) – el «cuarto mundo» para aquellos que no saben, viene siendo el mundo de los «aborígenes e indígenas» – extraña clasificación, que los que más ensucien el planeta se consideren ser los primeros.

Pero no para ahí. El «primer mundo» produce las armas que se usan en las guerras en el «tercer mundo». Pero también es el «primer mundo» el que se toma el rol de ser los guardianes de los «derechos humanos», certificar a otros países, condenar las no-democracias (que no les quieran hacer favorsitos, porque a las dictaduras amables a ellos jamás las critican).

Pues bién, países como Suécia viven del negocio de las armas. Empresas suecas como Bofors y SAAB son orgullo nacional, dan muchos trabajos en los pueblos donde operan, empleando a casi toda la población de una u otra forma. Esas son empresas productoras de armas. La exportación de armas para Suécia es tan importante como la de café para nosotros. Nosotros mandamos flores y café, de allá nos mandan armas – y «ayuda humanitaria».

El más reciente invento de la SAAB fué presentado ayer en Suécia: un avión de guerra sin piloto. Comandado desde una central. Se cree serán los aviones del futuro.

Ya los USA habían hecho una prueba el año pasado con un avión manejado como robot, que «neutralizó» un objetivo en tierra en Afghanistán. Lo cual fué catalogado como un nuevo hito en la «historia de la guerra».

Pues bién, SAAB ya venía pensando en estos aviones del futuro y por fin ayer fue presentado Neuron – una máquina en forma triangular con una punta que mira a su objetivo, con muchas banderas europeas (primer mundo) pintadas en su lata, al menos para la presentación ayer. Pues resulta que éste no es un invento puramente sueco sino de la hermandad europea, muchos países participaron en desenvolverlo pero los principales creadores son SAAB y la francesa Dassault. Es más, en Suécia fué presentado el cuerpo de la mágina ayer, y sería llevada a Francia para que le pusieran las alas. Mucho compañerismo.

Lástima que ese trabajo en conjunto sea para desarrollar armas. Y lo que no dijeron en la noticia que ví ayer, es para qué será utilizado? En dónde? Bombardeará o espionará en Suécia o en Francia? Dónde será utilizada esta teconología?

Preguntas incómodas. El «primer mundo» hace y vende las armas, que serán usadas en las guerras del «tercer mundo». Pero una de las cosas que no habían podido evitar era la muerte de sus soldados. Aquellos muchachos jóvenes que les dijeron que tenían que ir a pelear por su «patria» y por la «democracia», normalmente reclutados en barrios con alto desempleo, y que después llegaban a la «patria» en bolsas negras. Esos muchachos, o mejor, esas «bolsas negras», siempre han sido un dolor de cabeza para los guerristas en el «primer mundo».  Hacen que la gente se pregunte: morir para qué exactamente? Porqué nuestros hijos? Porqué guerrear en pueblos tan lejanos, con los cuales ni siquiera tenemos frontera? Quienes se benefician de la guerra?

Preguntas incómodas otra vez. Preguntas que por lo menos serán «neutralizadas» en cierta parte con aviones sin piloto! Aviones que detectarán enemigos, espiarán, quizás bombardearán? Todo eso sin arriesgar la vida de un piloto.

Pero, cuándo inventarán entonces algo para proteger la vida de aquellos en tierra? De aquellos tercermundistas que se tienen que exponer a estos robots, que también cometen errores, o adrede bombardearán a inocentes en un ataque de nervios o de ganas de los que lo manejan?

La guerra es sucia, y me parece que el «primer mundo» que vive de las guerras, también deberían arriesgar vidas. Sencillo, la guerra tiene que sentirse en lo más profundo de todos los participantes, para que quizás haya la esperanza de que por lado y lado se empiecen a hacer las preguntas incómodas que son tan necesarias.

PD: Las armas suecas también han llegado a Colombia. Para recordarles la noticia de que armas suecas fueron incautadas a las Farc en el 2009. Y en el 2008, en una visita del entonces vice presidente Francisco Santos a Suécia se rumoró que era con el objetivo de comprar un sistema de radar llamado Erieye (de frabricación de SAAB), para lo cual se había reunido con representates del SAAB. Esto, causó revuelo entre la opinión sueca, que se indignó con la aprobación hecha por el gobierno sueco para vender armas a Colombia. Porque afortunadamente no hay sólo los que se «enorgullecen» de su industria armamentista, también hay los que se indignan. Y Santos tuvo que además soportar una pequeña manifestación de colombianos en Suécia que se oponían a esta compra.

Neuron - sin piloto

Este es el título de uno de los libros más leídos del sociólogo e historiador colombiano Orlando Fals Borda. Quién además fué reconocido con el premio Malinowski en 2008 – un premio otorgado por la Sociedad para la Antropología Aplicada de EEUU a aquellos que durante una vida se han dedicado a la aplicación de las ciencias sociales a temas de interés social actual. Es poco común, que no antropólogos ganen un título antropológico. Y bueno, muchos sabrán que Fals Borda fué también co-fundador de la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional.

Pues bién, en estos días terminé de leer el libro en su cuarta edición. La primera edición salió ya en 1967. La cuarta edición contiene el prólogo de la primera y un nuevo prólogo para ésta, escritos ambos por el mismo Fals Borda, quien lastimosamente falleció en el 2008, el mismo año que salió la cuarta edición y que recibió el premio Malinowski.

Es muy interesante leer un libro así, escrito hace muchos años, para después ser re-editado (aunque están todos los capítulos sin alteración de la primera edición, más dos capítulos nuevos) y analizado por el mismo autor 40 años después. Fals Borda vé hacia atrás sus estudios y apreciaciones como jóven sociólogo tocado profundamente por la historia colombiana que se desarrollaba ante sus ojos. Nacido en 1925, Fals Borda se dice pertenecer a la generación de La Violencia, refiriéndose sobre todo a aquél periódo histórico entre 1948 y 1958 – pero que ahora él mismo anota, todos los colombianos pertenecemos a periodos de violencia que no han cesado, por el contrario nos han saturado.

El libro está básicamente escrito para audiencias que estén acostumbradas a un lenguaje sociológico. Pero sobre todo a aquellos que estén interesados en el tema. Si usted no ha leído sociología anteriormente pero le interesa leer un libro que analice más que le cuente la historia de Colombia, éste puede ser una buena elección. Pero debe estar consciente de leerlo pausadamente. Yo me tomé el tiempo necesario y rayé mucho en el libro, leí y releí. Y tiene sus beneficios leer a alguien que conoce la historia y que además es optimista del futuro.

Mi intención aquí no es relatarles un análisis de todo el libro, porque ésta es una investigación que es hecha con mucho esmero por mucho tiempo y no debe ser resumida o contada en una entrada de blog. Pero sí dar una idea de qué se trata. Sería un libro excelente para ser discutido en grupo en una tertulia de esas en las que se puede quedar hasta muy tarde.

Fals Borda tiene el objetivo de analizar cómo se da el cambio social en la historia de Colombia. Para ello utiliza un método dialéctico – pero basado en los siguientes conceptos: «Orden Social» «Subversión» «Topía».

Un «órden social» es un conjunto de valores y normas que tienen los habitantes de una región o pueblo y que produce una organización social determinada y el uso específico de técnicas a la mano y el desarrollo de estas. De tal modo, el «órden social» ocurre en un espacio de tiempo suficiente para transferirle esos valores sociales y su idea del mundo de una generación a otra.
La «subversión»  aquí no es aquella que muchas veces oímos simposios o cosas por el estilo. Fals Borda se queja de que la palabra «subversión» haya tomado vistos de inmoralidad, visos de ser antisocial y querer destruir la sociedad. Este es el significado que los poderosos le dan a «subversión» – sencillamente porque amenaza sus intereses. Pues bién, Fals Borda retoma el término «suversión» como un conjunto de movimentos sociales que quieren y pretenden cambiar el «órden social» de acuerdo a sus propios ideales, para construir una nueva y mejor sociedad. Los subvertores son especialemente peligrosos para aquellos que detentan el poder, pues podrían perderlo en la nueva y mejorada sociedad.

Muchas veces en la historia, los subvertores han triunfado e introducido valores morales que hoy son aceptados ampliamente y por los cuales deberíamos estar agradecidos: por ejemplo aquellos que lucharon contra la esclavitud en un tiempo histórico donde la esclavitud como fenómeno era moralmente aceptada. Pues bién, los subvertores eran los que opinaban que la esclavitud era inmoral, y consiguieron transformar la sociedad esclavista. Hoy vemos a esos subvertores mucho más «morales» que aquellos que gozaban de autoridad moral en el órden social de la sociedad esclavista y que no sólo aceptaban la esclavitud sino que sustentaban su poder en ella.

Es a esto que Fals Borda se dedica, a analizar cómo los subvertores nos han cambiado la sociedad colombiana a través de la historia.

Empieza describiendo el «órden aylico» – es decir aquél que tenían los indígenas antes de llegar los españoles, con su conjunto de normas, una organización social, valores sociales, formas de ser, de vestir y de producir. Después llega nuestra primera subversión: la subversión cristiana. Esta, era traída por los españoles que tenían otros valores sociales y formas de ver el mundo. El cristianismo fue ese conjunto de normas y valores sociales que fueron impuestos por el grupo de subvertores (y colonizadores) españoles. Por tanto, la subversión puede ser llevada por un grupo más fuerte, con el objetivo de subvertir – transformar – un determinado órden social existente. De esta colonización nace el «orden señorial», con una organización social distinta (la encomienda) a la de los indígenas, con otros valores sociales (cristianos) y nuevas técnicas (el arado, utensilios de hierro etc).

Este «orden señorial» (1595-1848) enfrenta duros embates de grupos subvertores desde aprox. 1794. Se trata de la «Subversión Liberal», que con sus ideales de libertad, independencia, nacionalismo se opone al órden social. Esos subvertores son hoy alabados como nuestros libertadores, que además soñaron con la «democracia liberal». Tenían una utopía. Y es que los subvertores son utópicos por naturaleza. Sueñan con una sociedad mejor a la que les tocó vivir. También los españoles conquistando creían firmemente que debían expandir el cristianismo, y sobre todo sus valores morales los ratificaban por encima de otras «razas», lo cual les permitía hacer lo que hicieron.

La «subversión liberal» contra el «órden señorial» dió como resultado el «orden burgués»- en el análisis de Fals Borda. Normalmente la utopía de los subvertores nunca es concretizada por muchos factores. No es cosa de jugar cambiar una sociedad por otra ideal, obviamente. Y por tanto las utopías en vez de realizarse se decantan, pierden cosas en el camino y son fusionadas en el órden social anterior para convertirse en «topías», así, el «órden burgués» no era exactamente lo que buscaban los «subvertores liberales», pues muchos valores y normas sociales señoriales continuaron siendo parte del «nuevo» órden. Los españoles fueron simplemente reemplazados por los criollos, y la enorme división social le pavimentó el camino para que nuevos grupos pusieran en realce las contradicciones del órden vigente y sus injusticias.

Al «órden burgués»(1867-1925) se le oponen los «subvertores socialistas». La «subversión socialista» ya venía tomando fuerza después de la Guerra de los Mil Días a inicios del siglo pasado. «Los subvertores socialistas» querían más «humanismo», más secularidad, más comunalismo, más supranacionalismo, piden la justicia social. En este momento jugaron un papel fundamental los sindicatos, los universitarios y las guerrillas campesinas. El producto de esta subversión que fué muy sangrienta fué el «órden social burgués» (1957 – hasta nuestros días).

A lo largo del libro, Fals Borda analiza la forma en que los subvertores utilizan los medios a su alcanze. Para que tengan algo de éxito deben usar la nuevas tecnologías de su periodo histórico y asegurarse de difundir sus ideas, empapando de ellas a una gran parte de la población. La tarea más ardua está en tranformar valores sociales.

Los dos últimos capítulos son dedicados al periodo uribista. Primero constantando que aún continuamos en el «órden social burgués» donde entre otras cosas priman los «empresarios» – quienes detentan gran poder. En el retrovisor vé Fals Borda que el «órden social burgués» que inició con el Frente Nacional no ha cumplido con su cometido de mitigar la Violencia. Al contrario, la Violencia dejó de ser partidista para continuar con la violencia de dimensiones económicas y agregar a esto el narcotráfico. Los dineros mal habidos que han entrado en toda parte «apoderándose de las industrias nacionales y del Estado». La criminalidad y la delincuencia alcanzando niveles agudos, llegando la violencia a un clímax saturante que hicieran que «la militarización de la nación y la socialización de la guerra fueran políticas aceptadas por gran parte de una población que prosperaba materialmente pero se empobrecía espiritualmente. En esta transición empezó a deformarse el ethos cultural y a destruirse el alma del colombiano reconocido». Y así aparece Uribe.

El paso de Uribe nos ha dejado saturados de guerra, de armas, de discursos guerreristas. En el análisis de Fals Borda la saturación nos puede dar cosas positivas,  ciudadanos clamando por la paz, hartos de la guerra. Y ya se ven esos movimientos, las iniciativas por la paz de movimientos sociales son nuestros pasos tácticos a seguir.  Y llegaremos entonces a un quinto órden? – después de los cuatro órdenes existentes, Fals Borda presagia que el paso siguiente es que los actuales subversores, que podrían formar parte de una «subversión neosocialista», puedan incidir lo suficiente para abocar un quinto órden social.
En su último capítulo Fals Borda invita a mirar a nuestros vecinos latinoamericanos, donde grupos claves de indígenas, campesinos, estudiantes han llevado a movilizaciones de la sociedad y socialismos raizales. Son «minorías creadoras», las que pueden mostrarnos el camino a seguir, y están ya alertadas en paises como Bolivia, Ecuador, Venezuela, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Nicaragua.

Fals Borda vé en la elección de Obama una señal para el mundo. El hecho de venir de un ambiente totalmente opuesto al de Washington y haber puesto a sonar la palabra «esperanza» y poner a votar a las juventudes abstencionistas, debe darnos un indicio de cómo seguir. Hay que mirar a las izquierdas democráticas sembrando semillas de «comprensión y tolerancia, de participación y democracia directa, el mutuo respeto y el respeto por la vida y la naturaleza, el cariño por nuestros ancestros y la recuperación de la historia olvidada de los pueblos. Porque para nosotros ser de izquierda significa comprender y amar».

Por último recomienda Fals Borda voltear los ojos a esa fuente de conflictos en nuestro país: la tierra. Somos una nación tropical y nuestra vocación es y debe ser agrícola. Con miras en la «seguridad alimenticia» y dejando de lado ese pensar que «el desarrollo agrícola se hace enriqueciendo capitalistas del campo». Por tanto hay que vigilar que los desplazados reciban toda la reparación necesaria. Entre otros consejos que dá.

Cierra su libro el autor esperando no ser «víctima del deseo» e imaginando su país libre de violencia. Por su método ha éste órden social burgués de cambiar también. «El cambio viene y el quinto órden puede llegar», dice.  Y agrega: » Y recordemos que, según nuestros abuelos no hay quinto malo».

El libro invita definitivamente a hacer parte activa de la historia nuestra. Qué espacio ocuparemos en los libros de historia futuros? Subvertores o nó subvertores?

Anoche me quedé mirando un documental sobre Cornelis Vreeswijk. Un trobador nacido en Holanda pero que vivió desde sus 12 años en Suécia y compuso y cantó en sueco. Idioma que logró manejar a tal grado de moldearlo, jugar con él, darle alegría, sentimiento, vida, y convertirse en uno de los más grandes poetas y trobadores suecos. Además cantó las canciones de Victor Jara en sueco y tuvo una gran influencia latina en su obra después de haber estado en Cuba y Brasil.

Sus canciones son normalmente críticas a la sociedad: a la clase alta, a la desigualdad, contra la guerra. Cornelis vivió en su niñez la II Guerra Mundial y tenía muchas anécdotas para contar, y también muchos motivos para oponerse a las guerras. Compuso muchísimas canciones. Hablaba de borrachos y prostitutas, de la clase baja y de la alta. Le compuso muchas canciones a mujeres. Las mujeres eran su gran pasión.

Sus canciones políticas hizo que muchos lo identificaran con la izquierda, pero algunos de la izquierda dicen que lo que él era, era anarquista. En todo caso escandalizó a las familia finas de Suécia por la forma en que los presentaba en sus canciones, y que además lo hacía en un género musical sueco – la troba (visor)- que durante mucho tiempo era identificado con las clases altas. Como cantarles música protesta en ópera.

Murió en 1987, con sólo 50 años de edad.  Después de haber tenido una vida muy intensa con muchas mujeres y de turné.

Esta es una de sus canciones contra la guerra que sacó en 1966 – osea en plena guerra del Vietnam. Es una canción muy corta y que me gusta mucho, y que además usé en mis clases para aprender sueco.

Telegrama desde una aldea bombardeada:

Me gustaría de verdad saber, porqué nuestra casa no podía ahí estar
Me gustaría de verdad saber, qué es lo que ellos hicieron con mamá y papá
Puede alguien dignarse a explicar?

Ellos dijeron que la casa obstruía el paso, obstruía el paso de un soldado
Hubiera tenido que dar una vuelta con un poco más de pasos,
pero una granada lanzó, en vez, con destreza
Cómo puede alguien tener tanta pereza?

Y así suena – (perdonen el intro):

Hoy a esta hora (17.14), ya probablemente muchas mujeres que trabajan en la Contraloría salieron de trabajar. Podían terminar a las 15.00 si entraban a las 7.00. La Contralora Sandra Morelli adoptó la medida de tiempo flexibel para las empleadas que sean madres de menores de edad. Excelente! A primera vista parece excelente el paso y ejemplo que dá la Contraloría. Además el beneficio también puede ser usado por los hombres viudos o divorciados a cargo de sus hijos.

El artículo en El Tiempo anota también que de esta forma nos estamos acercando a muchos países desarrollados donde esto ya es un hecho.

Pero. Aunque la medida es buena, no deja de impresionarme la decisión de la Contralora: sólo para mujeres madres de menores y hombres solos a cargo de sus hijos. La Contralora habrá hecho un estudio de género antes de aplicar la medida? Porqué no se le dá el beneficio también a hombres casados o convivientes con sus parejas y que también sean padres de hijos menores de edad? O se supone que la mujer les va a cuidar los hijos a ellos? Será que los hombres no se merecen también el beneficio de pasar más tiempo con sus hijos?

Varios estudios apuntan – y nosotros lo sabemos por experiencias- que a la mujer en edad de tener hijos, ésto le representa una incomodidad frente a buscar trabajo. A muchas mujeres inclusive (ilegalmente) les preguntan en las entrevistas de trabajo si piensan tener hijos. Además conozco casos en que se usan toda clase de artimañas para sacar a la mujer embarazada de la empresa o para no dejarla regresar a su puesto de trabajo después de haber dado a luz. Es como «bién sabido» que la mujer pide más permisos cuando tiene niños menores, porque se enferman, por reuniones en la escuela, citas con doctores etc.
Durante mucho tiempo las mujeres hemos llevado esa carga. Además de trabajar tenemos que trabajar en la casa, y además de hacer de todo y ser supereficientes, nos echan de los trabajos por que nuestros compañeros no ayudan. Esa situación es insostenible. No es posible que la mitad de la población se mate trabajando por un sueldo bajo (normalmente) y de repeso tenga que trabajar sin remuneración en el hogar.

Lastimosamente esta medida en la Contraloría cedimenta aún más el rol de la mujer en el hogar. Esas mujeres que salen a las 15.00 hoy no llegan simplemente a jugar con sus hijos. Yo apuesto a que aprovechan para arreglar la casa, para estar pendientes de todos los líos de los niños, ayudarles en las tareas y además para tenerle la comida preparada al marido cuando llegue. Y aún si no fuera así, si de verdad le valiera un reverendo rábano qué van a comer para la comida y se dedicara a jugar con los niños, será que el padre (trabajador de la Contraloría) es excento de la responsabilidad de estar con sus hijos?

Porqué aún seguimos pensando que la responsabilidad de los hijos es cuestión sólo de la mujer? Los hombres de la Contraloría con hijos menores de edad tienen también una responsabilidad en la casa. Una responsabilidad frente a sus hijos y a su compañera. El empleador no debería inmiscuirse en cómo se arreglan las cosas en casa y no cementar roles femeninos y masculinos que tanto daño nos hacen a todos.

En muchos países desarrollados el horario flexible para ambos sexos es una realidad. Y la discusión en muchos de esos países es cómo quitarle la carga a la mujer de ser profesional y trabajar en su casa (sin remuneración) y hacer que el hombre ayude a tomar la carga del hogar también.

Todos sabemos como funcionan las cosas en nuestras casas. En la mía mi madre, aunque trabajara 40 horas a la semana, era la que hacía el desayuno, nos dejaba almuerzo hecho y llegaba a preparar la comida. La casa no se caía gracias a ella. Si sólo hubiera sido por mi padre, la casa se cae. O bién hubiéramos comido casi todas las comidas a domicilio. Mientras ella llegaba a seguir trabajando, él llegaba a descansar. Porque fué así como lo criaron y es así como actúan muchos de nuestros hombres.

Sería bueno pues, que si vamos a empezar implementar medidas de avanzada en la vida laboral, también tengamos en cuenta que la fuerza de trabajo está integrada por tanto hombres como mujeres, y que la vida familiar es también responsabilidad de los dos. Sin que el empleador sea el que escoja por la pareja quién es el que va a esperar al niño para cuando llegue de la escuela y le ayude a hacer tareas.

Mujer trabajadora en el centro de Bogotá

Tunisia – la revolución del jazmín

Publicado: 16 enero 2011 en Mundo

Así parece que lo han bautizado ya algunos periódicos internacionales: The Jazmin Revolution. Los tunesinos se cansaron del dictador Ben Ali, que por 23 años dirigió a Tunisia con mano de hierro, prohibió la oposición, prohibió el Partido de los Trabajadores, mandó al exilio a líderes de oposición como Moncef Markouzi, al que además le prohibió presentarse a elecciones. Porque es que además Ben Ali hacía elecciones que él siempre ganaba con entre 89% y 99% de los votos. Pero con los contendores que él mismo elegía.

Algunos dirán: bueno, es como Cuba.

Pero he ahí, que nó. Ni tanto. En el caso de Tunisia nadie protestó. Nadie la embargó. Por el contrario, Tunisia era el único país al sur del Mediterráneo con el que la Unión Europea tenía tratados de libre comercio. Tunisia es además un paraíso turístico para los europeos. Un país para pasarla rico en las playas, visitando sus pueblos milenarios y ver una cultura distinta: la árabe.  Una cultura no compatible con la «democracia», según la visión que tratan de difundir muchos grupos «occidentalistas» en Europa.

Según el Ministro de Relaciones Exteriores Sueco, Carl Bildt: «La modernización económica no ha tenido en absoluto ninguna repercusión en el lado político. Si nos enfocamos en abrir un espacio democrático – y estabilidad- podríamos tener una relación más estrecha».

Se refiere a la Unión Europea y Tunisia, que además de los tratados de libre comercio ha pedido una posición preferencial frente a la UE. La frase clave es «la modernización económica no ha tenido repercusión en lo político». Tunisia ha sido considerada económicamente moderna. En cuanto a lo económico, el país ha seguido los preceptos de «occidente». Pero he ahí: la economía neoliberal no ha traído «democracia». Los tratados de libre comercio no han  favorecido el fortalecimiento de los derechos humanos, uno de los argumentos de los europeos para firmar tratados de libre comercio con las peores dictaduras y con Colombia, pero nó con Cuba.

Cuando los países tienen el modelo neoliberal en lo económico son considerados de por sí: amables a Occidente. Se abren a sus empresas y se reprimen los trabajadores. Cuando tienen esa economía no importa que el líder sea un dictador.

Y justamente por la economía es que empezaron las protestas. Hace una semana un jóven tunés, profesional de universidad que trabajaba como vendedor ambulante de frutas y verduras fué expuesto a una requisa de su puesto por la policía. El jóven se disgustó por la forma en que la policía quiso irrumpir en su puesto y en protesta de la requisa se quemó vivo. – Además es un dato que Tunisia es un estado policíaco tremendamente represivo y donde se calcula que uno de cada 100 habitantes son informantes de la policía – algo que seguramente le hubiera gustado a Uribe poder implementar aquí con su Red de Informantes.

Ese episodio con el jóven que se quemó, propició una serie de marchas y protestas sobre la situación de desempleo en la que se encuentran los tunesinos en general y sobre todo los jóvenes tunesinos, y de entre ellos los profesionales universitarios que son azotados por este flagelo enormemente. A la vez que la familia presidencial se enriquecía copiosamente. En los reportajes sobre Tunisia se nota una deseperación por la falta de oportunidades tremenda, que yacía desde hace rato como en una olla a presión. Tenía que explotar. Y explotó.

Ben Ali tuvo que huir del país. No fué recibido en Francia, el país que subyugó a los tunesinos como colonia. Después de intentar en varios países, sólo Arabia Saudita lo recibió. De por sí otra dictadura-monarquía apoyada por occidente. Donde las mujeres no tienen derecho a nada, ni al voto, ni a manejar carro, ni a iniciar un divorcio, ni a elegir el esposo, ni a trabajar, ni a nada de nada. Sin embargo nadie dice nada. Después nos dicen que hay que estar en Afghanistán por «las mujeres», para defender los derechos de las mujeres porque los talibanes las reprimen – al menos ese es el cuento que le echan a los ciudadanos europeos y estadounidenses. «Protegiendo la democracia», «peliando por la democracia».

Tunisia le dió una lección a todos aquellos que creen que «la cultura árabe» no es compatible con la democracia, fué el pueblo tunéz el que sacó su dictador, la UE la que firmó acuerdos con él. Una lección a todos los pueblos que viven bajo dictadores, sí se puede. Una lección todos aquellos que creen que la economía neoliberal de por sí trae «democracia» y prosperidad y oportunidades. Nó lo hace.

No se sabe qué es lo que va a pasar de ahora en adelante en Tunisia, quién va a tomar el poder. Lo cierto es que los líderes de oposición en el exilio se preparan para regresar. A la vez que milicias que apoyan a Ben Ali están sembrando el caos y la confusión en las ciudades, vestidos de civil van disparando contra casas y personas. La lucha por el poder se está dando ahora mismo. Y la UE está preocupada por la «estabilidad» del país, léase: por la estabilidad para sus negocios. Las agencias de viajes suspenden sus viajes de turismo al que hasta hace poco era un paraíso turístico, y los posponen para abril, cuando supuestamente los europeos podrán regresar tranquilamente a disfrutar del «paraíso«.

Pase lo que pase en adelante, lo que ha pasado hasta ahora en Túnez es de tomar nota: la gente se reveló y sacó a su dictador. Y llaman ellos mismos a sus protestas de «revolución». La revolución del jazmín.

Eje cafetero?

Publicado: 13 enero 2011 en Cotidianas, Medio Ambiente

Nuestro eje cafetero (departamentos de Risaralda, Quindío y Caldas) ya no parecen tan cafeteros. Anoche regresé de unas pequeñas vacaciones en la zona (Santa Rosa de Cabal, Salento, Filandia) y aunque la zona aún es hermosa y con aquellas casonas de las fincas cafeteras y los pueblos tipo «Café con Aroma de Mujer», las plantas de café no se ven por ninguna parte, a menos que se meta uno en el pequeño camino entre Filandia y Quimbaya (Quindío). Desde la autopista del café sólo se ven pastos, zonas ganaderas. Y el camino a Filandia es básicamente ganadería. Efectivamente la gente en Filandia me comentó que muchas fincas cafeteras dejaron el negocio del café y se han dedicado a la ganadería o al turismo. En una finca me comentaron que era difícil conseguir gente para trabajar en la recolección de café.

Esto contrasta con las visitas a los pueblos, donde las cafeterías compiten en cuál hace el mejor café y además hay iniciativas para fomentar la cultura del café, cual tratase del vino. Enseñando a los visitantes cuál es la mejor forma de tostar, tostando el café en la misma cafetería o restaurantes y si se quiere le venden el paquete de café de una determinada finca. Y pareciera que este movimiento fuese menos comercial. Me decía don Eduardo, del restaurante Allegra de Salento, el que sirve el mejor café en todo el Quindío, que la misión es enseñarle al colombiano mismo la cultura del café, que sepa diferenciar los diferentes tipos, pasar de exportar nuestro mejor café y tomar el bagazo a tomar nosotros mismos los mejores granos. Y vaya que se aprende! Es muy diferente el sabor de un grano de 1300, 1500 o 1600 mts sobre el nivel del mar. También es distinta la forma de tostarlo. Y del Cauca y de Nariño están llegando ahora unos de los mejores cafés colombianos. Inclusive la cadena de cafeterías estadounidenses Starbucks ya compró toda la producción de café de Nariño para este año, según me comentaron en Allegra.

En todo caso, las cifras de Fedecafé ya aterrizaron y al parecer Colombia aumentó su producción de café en el 2010, de 7,8 millones de sacos en 2009 a 8,9 millones el año pasado. Sin embargo las cifras son por debajo de lo esperado, que eran 9,2 millones de sacos. Y muy lejos del nivel de 2007, 12,6 millones. Y se prevé que para el 2011 la producción caiga debido a la lluvias de finales de 2010.
Y si uno vá al «eje cafetero» pues no le extrañan las cifras. La verdad es que será mejor llamarlo el eje ganadero o turístico.

Y el turismo se basa sí en la cultura del café, en las fincas cafeteras que por demás son de ensueño, pero hoy casi que meramente hostales turísticos. Pero además, el turismo se basa en la naturaleza de la región, que de verdad lo deja a uno con la boca abierta. Atónito ante tanta hermosura reunida. Sobre todo cuando no se mira tanto a los pastos ganaderos, sino que se pone uno las botas pantaneras y se adentra en las trochas, subiendo la montaña para ver los nacimientos de ríos y las cascadas. Nacimientos de agua fría y agua caliente o termal. La montañas y los bosques guardan secretos milenarios, árboles en peligro de extinción que pareciera que rogaran no ser descubiertos entre tanto verde y poder así disfrutar de ser los nidos de pájaros de miles colores y muchísimas otras especies que viven una vida silenciosa o ruidosa a su manera, como esperando jamás ser descubiertos por aquellos animales depredadores de todo lo que tocan: los seres humanos.

Detrás de estas hermosuras naturales, en la vía que de Boquía (vereda de Salento) lleva a la reserva de la Pata Sola (a donde nadie vá – lo sé porque fuí y troté sola por mucho tiempo en ese paraíso) hay una extenso «bosque comercial» de eucaliptos. Mientras trotaba martes en la mañana, me encontré con unos trabajadores muy amables que talaban los árboles de eucalipto. Al preguntarles por su labor me comentaron que ese «bosque comercial» era propiedad de la compañía Cartón Colombia y la madera sería usada para hacer papel. Lastimosamente el eucalipto es una especie de árbol que pide demasiada agua y seca la tierra en ecosistemas donde ellos no son «naturales». El ecosistema en esta zona es bastante frágil, ya que allí hay nacimientos de agua, y muy cerca nace el río Quindío. Una hermosura de río de agua super fría que por Boquía pasa aún limpio y claro. Como en el Edén. Pero es preocupante que justo en sus inmediaciones tenga un bosque de eucaliptos, para hacer papel. Ya Cartón Colombia ha sonado anteriormente por sus plantaciones en el Valle del Cauca, donde la gente se quejaba de sus «bosques comerciales» de eucaliptos. Cuántos ríos podemos sacrificar por nuesto papel? Cuánto le vamos a permitir a las compañías papeleras arriesgar nuestras fuentes de agua y nuestros bosques?

A finales de los años 90 Colombia ocupaba el 4 lugar en el mundo en recursos hídricos. Hoy somos el No. 24. Pueden creerlo? Tenemos que empezar a pensar el «desarrollo» de forma diferente. Desarrollo en este caso no serían más empresas que sequen nuestras fuentes de agua, serían las iniciativas para aprovechar el agua y preservar nuestras fuentes del recurso al mismo tiempo. Como va el mundo con sus cambios climáticos y la futura falta de agua, si logramos mantener nuestros recursos hídricos podríamos ser potencia en este sentido.

Habrá que hacerle seguimiento a empresas como Cartón Colombia cuya actividad no sólo le genera ganancias a ellos, las genera a costa de una acitividad riesgosa para todos nosotros. Cómo son las políticas ambientales de la empresa que comercia con «bosques comerciales»? Pues en su página de internet se vé únicamente la Política de Responsabilidad Social en cuanto a temas sociales de las comunidades donde laboran. Pero nó una visión ambientalista global.

Como Leonor Zalabata – líder de la comunidad indígena arhuacos – me dijo sabiamente una vez en una charla en el año 2007: «Sin los derechos del medio ambiente a existir y subsistir, no existen los derechos humanos. Porque sin medio ambiente no somos nada».

Santa Rosa de Cabal

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Moliendo café

Publicado: 8 enero 2011 en Política colombiana

«Cuando la tarde languidece renacen las sombras,
en la que tú los cafetales vuelves a sentir,
escucharás esta canción de la vieja molienda,
que en el letargo de la noche parece decir…»

Me voy a la zona cafetera. Largos días entre cafetales y respirando el aire del campo hace bién. Sobre todo en países como Colombia, donde las ciudades son bloques compactos de cemento con pocas posibilidades para el ejercicio diario al aire libre.

Yo viajaré por tierra. Usaré ese preciado derecho de poder viajar por mi país que muchos Uribistas defienden y alzan como el mejor símbolo del «Prócer de la Patria». Pero no iré a mi finca, porque no tengo finca. No viajaré en mi carro, porque no tengo carro. Alquilaré uno. Y me perderé entre los cafetales con un buen libro todo el fin de semana.

Pero soy consciente de que para una gran parte de la población esos viajesitos de vagancia y pagar hotel no son así como tan fáciles. Yo inclusive me tomaré el martes libre. Porque puedo. Pero para muchos colombianos que tienen trabajo a contrato tienen que cuidarlo. No pedir tantos permisos. No hacer tantos reclamos. Trabajar hasta los sábados (por eso serán tan preciados los lunes festivos y hay tantos en Colombia?). Trabajar con ahínco por un pinche salario mínimo que es más una humillación al ser recibido que una remuneración por el trabajo hecho. Sencillamente porque no alcanza.

Hoy hubo noticias en ese aspecto: Santos anunció que elevaría el salario mínimo al 4,0%. Osea le subirá 3.090 pesos al propuesto anteriormente del 3.4%. En vez de quedar en5325100 quedaría en 535600 pesos. Gracias Juan Manuel. Con toda seguridad esos 3.090 pesos le vendrán muy bién a mucha gente. No escuchés a los empresarios que dicen que entonces el desempleo se disparará. Siempre dicen lo mismo, está en su manual de funcionamiento. 1000 pesos serían igual de devastadores para la economía del país en la lógica de ellos. Estos empresarios lo que se merecen es que uno no les compre nada de nada, que responda con un llano y sencillo: no tengo plata pa’ comprar sus pinches zapatos porque me gano el mínimo! Pero eso sí, considero que el país está en deuda con sus pobres. Si va a ver, los que se ganan el mínimo coinciden con los que no tienen estudio, con los desplazados en las ciudades, con los que han tenido un comienzo difícil en la vida y los Santo Domingo o hasta los Santos les llevan años mil en oportunidades desde la cuna. Es deber de un país brindarle a su población el mejor comienzo en la vida posible – buena educación, posibilidad de una vida digna, del libre desarrollo de la personalidad. Aquí somos nefastos en esto. Y por eso: la deuda es gigante y 3090 pesos no la cubre. No cubre la deuda histórica con los pobres de este país, ni con el trabajo que de facto realizan.

Pero además y para que más les duela a los empresarios, yo le sugeriría al presidente que revise la legislación laboral. Es el colmo que haga carrera aquella modalidad de firmar contrato y después obligar al trabajador para firmar una carta renunciando a su contrato dos semanas antes de terminarse, para volverlo a contratar con nuevo contrato evadiendo el pago de vacaciones. Los empresarios están pasados de privilegios hace tiempo, y es falso que si el trabajo es barato el desempleo disminuye. Ni en Europa pasa eso! Si los empresarios mandaran (y bueno, casi que prácticamente lo hacen aquí), no habría trabajadores sino esclavos.

Ya sé que revirará alguno con el cuento de «atraer inversión extranjera», y la verdad pongo por encima la dignidad de la gente de aquí que las ganancias de los empresarios extranjeros. Que no se queda aquí.

Pero siguiendo con el tema. La otra vez llegué al aeropuerto El Dorado y cogí un taxi. Corría el año de 2009 y el taxista estaba feliz con la gestión de Alvaro Uribe y me decía que esperaba que se pudiera reelegir. Al preguntarle qué era lo que más le gustaba del gobierno de Uribe me dijo: «Muchas cosas. Pero la seguridad. Imagínese! ahora uno puede viajar por las carreteras del país!». Y adónde ha ido usted? le pregunté. » A no, pos, eso si no, yo no viajo mucho porque pues toca trabajar. A lo mucho que voy por ahí por Tunja, porque soy de allá». El señor no había probado la maravilla de Uribe. Pero lo sabía, con toda seguridad por los medios de comunicación. Y con toda seguridad más por la TV y radio que por los medios escritos. Porque el colombiano promedio es malo para leer.

Y como la TV y la radio son los medios por excelencia que toda la vida han tenido los colombianos para enterarse de lo que pasa aquí, es apenas obvio que un actontecimiento importante como las liberaciones sean también informadas por esos medios. No estoy de acuerdo con que se usen a las víctimas recién liberadas en análisis que quizás ellas mismas ni tengan claro, pero llamar al periodista a que no haga «show» puede ser interpretado como a que no informe. Es obvio que el periodista tiene que informar, sea de radio, tv o periódico. Es lo mínimo que me espero en esta sociedad. Y es gracias a que algunos periodistas han cumplido con su labor que por lo menos mantenemos un poco la dignidad. Se puede informar con dignidad, pero pedir no hacer un «show» cuando estamos ad portas de una liberación, es también un mensaje claramente político: Piedad no hagás show.

No nos olvidemos del «show» del rescate de los soldados a sólo unas semanas de las elecciones presidenciales. Nadie dijo nada entonces. Hasta pasaron a los secuestrados con las cadenas. El pueblo felicitó a las Fuerzas Militares por su impecable trabajo. Cuando mataron a Jojoy también fué un «show» pero tampoco las voces se alzaron contra esta puesta en escena mediática. Pero justo ahora se hace. Por lo tanto no le veo tanto el interés por la víctima como el interés por el hecho en sí: una liberación donde la mediadora es Piedad Córdoba.

Pensaré sobre esto mientras me tomo una taza de café sumergida entre un cafetal este fin de semana. Sin periódicos. Sólo con radio. Moliendo el tema.

«..Una pena de amor… una tristeza,
lleva el santo Manuel en su amargura,
pasa la noche cansado moliendo café». 

Grano de café

Siempre hay un «enemigo». Si tenemos la precaución de mirar la historia y estudiarla (es que si nó nos condenamos a repetirla!), vemos como los «grandes» líderes apuntan con su dedo índice al gran enemigo. Todos los males habidos y por haber son culpa de el enemigo. Si hay desempleo, violencia, pobreza, falta de confianza inversionista, es por culpa de el enemigo. Teniendo un enemigo es también más fácil unirse. Unir un pueblo, un grupo de gente, una ciudad. Lo que sea. Si no pregúntenle a los españoles. Gallegos, catalanes, vascos, los de Valencia etc, todos detrás de su selección. Porque iba a enfrentarse a otros. Es lógica del deporte. Y parecido funciona la política.

Los romanos llamaban bárbaros a los que no eran romanos. Eran sencillamente pueblos a combatir y el pueblo romano debía unirse contra los bárbaros. La iglesia católica cometió barbaridades y unió sus creyentes en contra de los musulmanes en sus cruzadas. Uno de los hechos más horripilantes de la historia (después vendrían muchos cometidos por esta iglesia, y muchas otras, y por eso, de las iglesias librémonos mejor). En la Edad Media europea los gitanos eran una especie de enemigo. En los años 30 Hitler subió al poder en época de crisis económica, y eligió sus enemigos: los judíos, los comunistas, los gitanos y los discapacitados. A todos los mandó a la cámara de gas.  Ellos eran los culpables de todas las desgracias de los alemanes – tenían empresas, tenían almacenes, tenían trabajo, robaban el trabajo de los alemanes, tenían una conspiración internacional. Desde el 11 de septiembre el enemigo es el terrorismo. La cosa es que terrorista puede ser cualquiera. Me parece un término muy parecido al de «bárbaro» de los romanos. No solo grupos como Al Qaida pueden ser terroristas. En cada país el concepto de terrorista se usa dependiendo de a quién se le echa la culpa de los males. Ejemplo en Europa los partidos de extrema derecha se rasgan las vestiduras intentando mostrar un gen violento que supuestamente tendrían los inmigrantes. Los árabes vendrían siendo (de nuevo, recuerden las cruzadas) el grupo a señalar. Son potencialmente terroristas. Se tiene miedo a la «islamificación» de la sociedad. Abundan los artículos donde el motor principal parece ser dar miedo. Y el miedo es una fuerza sumamente peligrosa. Satanizar al otro, tenerle miedo nos pone en el inminente riesgo de cegarnos. De no ver que quizás el otro no es tan diferente de nosotros. Un ejemplo: usted, trabajador en su país, académico, fácilmente puede pasar a ser un inmigrante intruso y potencial terrorista al cruzar una frontera. Así sea al país vecino. (Los mexicanos en Estados Unidos, los centroamericanos en México, los colombianos en Ecuador, los latinos afuera etc). De un momento usted, cambia de bando, de nosotros a el otro, en país extraño.

Pero nosotros también tenemos un enemigo. Y me temo que lo tendremos para rato. Con nosotros, quiero decir los colombianos. Y el enemigo nuestro desde hace 5 décadas es la guerrilla. Todo es culpa de la guerrilla. Si sólo vemos la Tv colombiana y escuchamos a muchos de nuestros gobernantes y sus expertos, si los mineros fueran colombianos la tragedia habría sido culpa de la guerrilla. Ese es nuestro enemigo. No importa cuantos parapolíticos tengamos, no importa que el narcotráfico se haya metido en nuestro congreso, no importa que paramilitares hayan estado en la Casa de Nari, el enemigo es la guerrilla. Hoy Ernesto Yamhure en Caracol volvió a alertar sobre la guerrilla. Dijo que Santos no ha llevado la Seguridad Democrática como debe ser. Que el barco no tiene capitán, más o menos. Y el Ex-presidente pide desde donde esté y por todos los medios – sobre todo Twitter- que no se puede aflojar un milímetro a la guerrilla. Todos unidos contra la guerrilla. Así nos unamos con narcos. Y de paso llamemos «periodista mafioso» quien tiene otro foco de atención que no sea la guerrilla.

Es el miedo el que nos llevó a elegir a Uribe de presidente. Miedo a la guerrilla, muy alzada y muy aletosa que se levantó de la mesa de conversaciones y no quiso decirle que sí a todo lo que Pastrana propuso. Es que negociaciones aquí parece decir que sí a todo lo que el gobierno proponga. Como si nuestros sucesivos gobiernos de verdad nos representara a todos y además tuviera autoridad moral.

En todo caso, el enemigo lo hemos tenido ya bastante tiempo y lo seguiremos teniendo. Y nó porque de facto lo tengamos, si no también porque lo creamos. El ejército nos quiere convencer de que ese es el único enemigo. O sinó miren la entrevista en el Espectador: El computador de Jojoy es el Wikileaks de las Farc hecha al almirante Edgar Cely, comandante de las Fuerzas Militares. En toda la entrevista el Almirante no dijo una sola palabra de las mal llamadas BACRIM (Bandas Crimininales Emerjentes) – aquellas que los que vivimos aquí conocemos como: ERPAC, Nueva Generación, Rastrojos, Urabeños, Aguilas Negras. Los herederos de los paramilitares – muchas veces compuestos por desmovilizados y comandados por mandos medios de los paras  (Recordar el finado Cuchillo, jefe del ERPAC, antiguo paramilitar en los llanos). Esos grupos delinquen a diestra y siniestra y en el análisis de fin de año el Almirante ni los nombra.

El hecho que no sean de su jurisdicción no quiere decir que puede ignorar esa realidad que se desarrolla a los ojos de sus hombres, Almirante Cely. Porque es que muchos colombianos no saben que esas BACRIM no son jurisdicción del ejército porque son simples y llanas bandas criminales, no terroristas. No importan que se comporten como paras, que masacren y promuevan desplazamiento, que recluten a la fuerza. Las BACRIM no son terroristas y no son competencia del ejército. Son competencia de la policía. Sobre todo de la policía rural. Que con pocos recursos tiene que enfrentar a las BACRIM. El ejército sólo las combate si de por casualidad en el lugar donde estén no hay policía y estas bandas estén asaltando a la población civil. Todo sobre las BACRIM lo puede leer en el informe de Human Rights Watch: Herederos de los Paramilitares, la nueva cara de la violencia en Colombia.

Para mí que trabajé en Ecuador con refugiados colombianos que llegaban contando las barbaries no sólo de la guerrilla sino sobre todo de estas bandas que andan desbandadas en Nariño, Cauca, Valle (de donde provenían la mayoría de los refugiados) y en otras partes del país (Antioquia, los llanos, la costa) es inaudito que el Comandante de las Fuerzas Militares ni las nombre. Qué dice el General Naranjo? El jefe de la Policía que las tiene bajo su jurisdicción?

Si metieran a las BACRIM en el análisis, inmediatamente se complica la cosa de crear el enemigo. Inmediatamente todo resulta más complicado de explicar. Los herederos de los paras saben quienes financiaron los paras. Los que los financiaron son gente con poder local, político y económico. Es gente que no quiere ser el enemigo. Gente que prefiere apuntar con su dedo índice hacia otro lado.

La guerrilla por más que haya perdido líderes, por más que esté diezmada, acorralada, etc seguirá siendo nuestro enemigo. Es un enemigo necesario para mantener el negocio de la guerra, unir al pueblo y para mantener el presupuesto de las Fuerzas Armadas. Para que todos se sientan de un mismo bando. Nuestros políticos desafortunadamente están muy metidos en negocios oscuros como para que nos pongan de enemigos a los políticos corruptos, a los mafiosos o a los herederos de los paramilitares que tanto financiaron. El lema del partido de la U es «Unidos con Juan Manuel, unidos como debe ser». Unidos contra qué?

En twitter los seguidores de Uribe lo defienden a capa y espada y llaman a sus críticos de «terroristas», «mamertos», «auspiciadores de la guerrilla» e invocan a paramilitares como Castaño para callar esas voces críticas y escrudiñadoras. Ese es el efecto de crear miedo en la población. De repente, quién cuestione y ya no se una al grupo en sus gritos feroces contra el enemigo sino que empiece a cuestionar gente del grupo, se convierte en el otro. Si no estás conmigo, estás contra mí. Algo sumamente peligroso. Porque la primera piedra para construir una sociedad decente es aceptar que somos diferentes, pero iguales en derechos.

La unión es mejor dejarla para el deporte. En la política y en las riendas de un país lo que más ayuda es la diversidad de opiniones. A lo que más debemos tenerle cuidado es cuando nos estén hablando de un enemigo y nos quieran meter miedo. Normalmente la realidad es más compleja y diversa.

Grafiti - la realidad no siempre es como la pintan