Archivos para junio, 2010

La frontera norte

Publicado: 28 junio 2010 en Ecuador

Pasar la frontera entre Colombia y Ecuador no es más difícil que cruzar una línea blanca pintada en la mitad del Puente Internacional Rumichaca que divide a los dos países. Desde Ecuador la frontera se pasa en un taxi amarillo que se coge en la terminal de Tulcán, por cierto una ciudad bastante somnolienta, al menos un día sábado. El taxi amarillo cobra unos 4 dólares a la frontera y lo deja a uno del lado colombiano, para coger un taxi blanco que lo conduce a uno a Ipiales, una ciudad bastante movimentada, ruidosa y con mucho comercio, al menos un día sábado. El taxi colombiano te cobra 3500 pesos. 1,84 USD hasta el centro de Ipiales.

Desde Colombia se hace la misma maniobra. El taxi colombiano pasa sencillamente al otro lado, pero es revisado por la policía ecuatoriana. Carro, bolsos y hombres son revisados. Después es sencillamente coger un taxi ecuatoriano y continuar a la terminal de Tulcán. Al parecer muy fácil. Dónde es que le piden a uno el pasado judicial? pensé, mientras tomaba el bus a Quito. Dónde es que le dan a uno la tarjeta andina? Y el sello en el pasaporte? Continué en el bus.

A la salida de Tulcán el bus fue parado por la policía antinarcóticos de Ecuador. Unica extranjera en el bus. Bájese. Me bajé. Abra la maleta. De dónde viene? Porqué no selló el pasaporte? – Disculpe señor pero nadie me lo pidió, ni siquiera la policía que requisó el taxi. Extraño no le parece?, le dije al policía antinarcótico. En ese momento era sueca y seguí después de responder las preguntas y mostrar mi maleta. Si hubiera sido colombiana, hubiera necesitado: 1.- pasado judicial 2.- tarjeta andina. Y hubiera corrido el riesgo de ser deportada.

La lección para aquellos colombianos que pasan la frontera: hagan sellar el pasaporte, soliciten la tarjeta andina y tengan el pasado judicial a mano antes de llegar a Ecuador. Busquen un policía ecuatoriano en la frontera y no coman el cuento de que es tan fácil pasar la frontera como pasar la raya blanca pintada en el puente.

Foto: Joanna Castro

La frontera sur: desde Colombia hacia Ecuador

Foto: Joanna Castro

La frontera norte: desde Ecuador hacia Colombia

Qué nacionalidad tienes?

Publicado: 5 junio 2010 en Ecuador, Migración

Esa fué la pregunta que me hizo la muchacha que atendía la tienda de maletas Maletec, en el norte de Quito, cuando entré a pedir trabajo.

En los 4 meses que he estado en Ecuador he estado observando al país que recibe la mayor cantidad de refugiados de América Latina. Y eso se lo debe a ser vecino con Colombia, la mayor expulsadora de gente que necesita refugio en otro país en este continente.  El 98% de los refugiados en Ecuador son colombianos. Siendo hoy cerca de 46000 con asilo, 50000 esperando definición en su caso y otros miles viviendo aquí de forma ilegal, a ellos es difícil contarlos. La frontera continúa siendo bastante abierta, a pesar de que Ecuador le pide ahora a los colombianos el pasado judicial como requisito para entrar.

Si bién es cierto que el Ecuador ha sido un país generoso con sobre todo los colombianos, creando programas para que se registren y obtengan papeles. La vida en Ecuador no es fácil, ni para colombianos, ni para cubanos, ni para peruanos, ni para africanos y mucho menos para afrocolombianos, afrocubanos, y si… africanos otra vez.

En muchos trabajos lo reciben a uno con un: «aquí sólo contratamos ecuatorianos».  En muchos casos, uno entra a un lugar con un anuncio de trabajo y la respuesta es: «ya contratamos a alguien, se nos olvidó quitar el letrero». El acento te delata. Me fuí a hacer el experimento un fin de semana a buscar los trabajos que están abiertos para los inmigrantes: camareros, meseros, atendiendo en tiendas. En Maletec había un letrero: «Se necesita chica para atender la tienda».  Al entrar dos muchachas que trabajaban ahí me atendieron y me preguntaron directamente por mi nacionalidad cuando pedí el trabajo. Les pregunto porqué y les digo que estoy legal aquí. Me dice una de ellas: «La dueña sólo contrata ecuatorianas». Porqué? – No saben responder. Les digo que es ilegal según la constitución ecuatoriana que prohibe la discriminación, que puedo demandar a la dueña. Se alzan de hombros. Y salgo de esa tienda con un nudo en la garganta. No necesito el trabajo. Todo fue un experimento, pero eso no lo saben ellas. Es la primera vez que en la cara me dicen que ni me consideran para un trabajo por colombiana. Y ocurre en el Ecuador.

Al siguiente día aparecen dos casos en la televisión que tienen indignado al Ecuador: 1.- Los restos de un muchacho ecuatoriano llegaron esta semana para ser enterrados en su tierra natal, después de haber fallecido al caerse del ensamblaje donde estaba montado limpiando vidrios en un rascacielos de Nueva York. Se está investigando bajo qué medidas de seguridad estaba trabajando. Se fué de Ecuador para ayudarles a sus padres humildes a construir una casa propia. 2.- Un ecuatoriano salió de un coma después de que recibió una paliza por unos afroamericanos en Nueva York.

Las discusiones sobre el racismo contra los latinos en Estados Unidos y la preoucupación por las leyes en Arizona tienen a los ecuatorianos pensando en sus seres queridos afuera. Mientras tanto aquí, las oportunidades son negadas con base en la nacionalidad. Y el racismo generalizado contra los negros, por más que hablen español, no parece ser algo que se quiera discutir.

 

La tienda de maletas Maletec, en el norte de Quito