Archivos para septiembre, 2010

Agua Blanca

Publicado: 30 septiembre 2010 en Niñez

«Conocés la Ciudad de Cali?» – me pregunta Leidy al otro lado del teléfono.
«No, la verdad es que no» – le contesto, pensando en la Ciudad de Cali y en la avenida Ciudad de Cali, a la cual ella se refería. No es muy fácil regresar a mi ciudad, está muy cambiada y muy crecida. La avenida Ciudad de Cali no había sido construida aún cuando me fuí de aquí.

Emprendo la descubierta. El chofer me dice: – «Esto es Alfonso López». Y yo no reconozco. Pienso que ahí vivieron mis papás cuando eran muy jóvenes, que incluso creo que viví ahí cuando era bebé. Después me dice: – «Y eso que ves allá es Andrés Sanín».
Ah! Ese sí lo recuerdo mejor, pero tampoco lo reconozco. Recuerdo que ahí quedaba mi escuela de primaria, que me iba caminando por largas jornadas cuando era niña y que después aprendí a coger el bus. Ahí también queda el parque donde mi papá y mis tios jugaban basketball. Recuerdo el parque.

Entramos a Agua Blanca. El distrito. Aquél que albergó la gente que llegaba del campo o pueblos a buscar mejor fortuna en Cali. Que se convirtió en barrio de pobres. De invasiones. Sí, lo recuerdo porque viví ahí y ahí tuve mis primeras amistades, que aún conservo. Ahora casi todo está pavimentado. Algo positivo!

-«Yo salgo y te espero en la panadería»  me dice Leidy. Una muchacha desplazada de 18 años de edad que se vino con su familia huyéndole a la violencia en Barbacoas, Nariño y llegó a Agua Blanca hace 4 años. Una morena guapísima con una sonrisa hermosa me espera como acordado en la panadería y después me lleva a la guardería que ella misma montó con su amiga Jenny para niños del sector. La mayoría desplazados.
-«Pero también hay población vulnerable» – me dice y percibo que Leidy aún siendo desplazada no se ve a sí misma como vulnerable, es una muchacha fuerte, me voy dando cuenta a medida que las horas pasan.

Leidy y Jenny cuidan diariamente a unos 25 niños. Ayer habían 18. Dos bebés, Valentina de 6 meses y Lucero de 1 año, duermen en una colchoneta cubierta con una sábana. Es casi medio día y el sol caleño arde con todo su furor. Yo empiezo a quitarme el sudor de la frente con un papel cuando los otros 16 niños se sientan en sus sillas y siguiendo las instrucciones de Leidy gritan al unísono: «Buenos días!». De inmediato recuerdo cuando siendo una niña con sueños de ser maestra, reunía a mis amiguitos de la cuadra para enseñarles, como yo decía. Ahora estoy de nuevo, muy cerca de ese lugar de mi niñez, con una nueva generación.

Y esta nueva generación no está mejor que la de hace ya poco más de 20 años. Los niños con los cuales compartí mi día ayer son hijos de desplazados del suroccidente del país. «Muchos llegan sin desayunar y decime vos qué hacemos nojotras?» – Me dice Leidy. Los niños tienen ropas sencillas «que a veces usan dos y hasta tres veces seguido»  y algunos están descalzos, otros con flipflops que ya se les van a dañar. La regla del lugar es que sólo se admiten niños de 5 años para abajo. Pero aquí hay cinco niños que ya pasaron la edad. David, de 10 años y su hermana Daniella de 8 años vienen todos los días. No van a la escuela regular porque su madre anda huyendo de un esposo agresor y no ha encontrado estabilidad.

Leidy y Jenny no reciben sueldo, este es un proyecto que hicieron juntas porque les dolía ver a los niños del sector «tan mal, desnutridos, sin quién los cuidara» – dice Leidy y que los padres tuvieran que dejarlos solos cuando iban a trabajar. Otros niños iban a Hogares de Bienestar Familiar que ya estaban colmados. Por eso le pidieron a una iglesia del sector que les prestara un local para poner una guardería. 10 000 pesos paga cada niño por mes y con eso tratan de hacer malabares para darles almuerzo y merienda. El desayuno no está incluido pero tratan de conseguirlo regalado en las panaderías para los niños que llegan sin desayunar. En realidad lo mismo es para el almuerzo y la merienda, piden en las tiendas «pero como usted sabe, la gente dá una, dos, tres veces.. pero se va cansando» me dice Jenny.  Ellas mismas preparan la comida en su propia casa, a 9 cuadras de la guardería. Los lápices y los cuadernos para enseñarles el alfabeto antes de que empiecen a estudiar, también se lo consiguen de la misma forma, pidiendo. Hasta ahora ni Bienestar Familiar ni la alcaldía les ha ayudado con su proyecto. Ya llevan 4 meses con esta actividad y no saben por cuanto tiempo más se podrán mantener sin apoyo.

Otra de las reglas del lugar que tampoco se cumple es que el horario es de 8:00 am a 5:00 pm. Pero muy a menudo les toca a una de las dos quedarse hasta las 7:00 u 8:00 pm, cuando recogen el último niño.

Leidy me dice con orgullo que ahí hay niños que salieron de la malnutrición. «Si vos vas por allá por La Paz, vos ves niños con la piel reseca, que se les levanta casi, porque están muy malnutridos», me cuenta.

Pienso que no sé donde queda La Paz y tampoco lo había escuchado. Y recuerdo cuando le contesté a un amigo canadiense que en marzo me preguntó en Bogotá, camino a Soacha, que para mí qué era la paz. Yo le contesté que la paz para mí será cierta en Colombia cuando cada niño colombiano que llegue al mundo, sin importar quienes son sus padres o que apellido tengan, llegue a una sociedad que lo ponga en primer plano, que le garantice que va a estar bién alimentado, que vá a recibir educación, cuidado de adultos responsables, un techo y le dé todas las garantías para su desarrollo personal, tanto física como emocionalmente. Los niños de La Paz de Agua Blanca son para mí la razón más fuerte por la que hay violencia en este país, qué futuro le damos a esos niños? Qué castigo les vamos a dar cuando se rebelen contra nuestra sociedad? Con qué cara les podremos pedir que nos dejen vivir en paz?

Jenny y Leidy tenían una cita en la alcaldía hoy y estoy cruzando los dedos.

Katherine

Leidy y Jenny reparten el almuerzo

Jugando a la torre

La bandera de Colombia recién lavada

Jugando al pájaro picó picó

Poker

Publicado: 28 septiembre 2010 en Política colombiana

Por ahí leí en una columna de Daniel Samper que en Colombia, en una semana, suceden más cosas que en toda la historia de Noruega. Y ésta semana que pasó sí que vaya! me dejó sin tiempo para respirar de todo lo que había que enterarse.  Primero empezaron a hacer bulla con el nuevo libro de Ingrid; «No hay silencio que no termine». Al instante mucha gente empezó a decir que ni siquiera leerian el libro, empezando por el ex-marido. De nuevo Daniel Samper me hizo reir con su «prefiero ser zar anticorrupción en un gobierno de Samuel Moreno que comprar el libro de Ingrid». Mi familia se alió con Samper. Ingrid es sencillamente una «arpía» en los ojos de mucha gente. Pero ni modo, los colombianos son chismosos de todas formas, y como quiera ya se convirtió en un best-seller. Nadie se quiere perder las intrigas y los chismes que hay entre esas páginas. Al parecer no todo lo que sucede en la selva se debe quedar en la selva, como lo había dicho ella misma cuando salió libre.

Pero Ingrid debió en realidad haber esperado un poquito para lanzar el libro. A los dos días el bombo de lo del Mono Jojoy e Ingrid desapareció de las noticias. Ni porque hubiera habido una conspiración en su contra. El difunto se convirtió en primera plana. Obviamente. Las FARC pierden a uno de sus más valiosos comandantes y Santos se anota su primer golazo. Porque parece que este conflicto fuera un partido de fútbol. Quién derrota a quién. Quién le propina golpes más duros a quién. Quién le mete un golazo a quién. Y como buenos chismosos, primero dijeron que había sido un GPS en sus botas que posibilitó el bombardeo. Hasta yo me lo creí (incrédula que soy!).Como dicen por ahí, la primera víctima en una guerra es la verdad.  Obviamente se trataba de un infiltrado. Tan sencillo como eso. A las fuerzas armadas colombianas se les nota que aprenden mucho de sus colegas gringos en cuanto a inteligencia y guerra informativa. En el periódico del domingo sale hablando un «desmovilizado» diciendo que «Cuando Jojoy combatía, se encomendaba al diablo». Obviamente eso es lo que uno debe decirle a un pueblo católico como él solo para convencerlo de que el otro es la maldad personalizada. Yo me pregunto a qué se encomendaban los soldados de la patria que mataban a gente inocente para reportarlos como muertos en combate y que probablemente estén enterrados en el cementerio de La Macarena? Dígame pués a quienes les pedían perdón cuando asesinaban para que les dieran vacaciones o plata extra por un muchacho inocente? Será a la virgen de los sicarios?

Pero apenas estaba el país analizando lo que pasaría después de que el Mono Jojoy desapareció del mapa, cuando hoy nos levantamos con la noticia de que el Procurador Ordoñez inhabilitó por 18 años a la Senadora Piedad Córdoba. Mejor dicho, ahora si que ni de riesgos escucharemos la palabra «diálogo». Si antes de la noticia de lo de Piedad sonaban los alaridos de los que piden más guerra, ahora sí que nos dejarán sordos! Siempre le he tenido respeto a Piedad por mantenerse en su posición. En lo que piensa. No como otros que se voltean dependiendo de lo que haya (léase Armando Benedetti o Roy Barreras). El que normalmente se había ganado el título de «Absolvedor» por haber absuelto de toda culpa a los parapolíticos ahora sí saca lo más pesado que tiene para sacar a Piedad por «Farcpolítica». El Procurador en sí no sabe distinguir entre sus convicciones personales y su puesto. Ya lo ha demostrado, con lo de la parapolítica y con lo del aborto. Al procurador no le cuadra que las mujeres tengamos derecho a abortar en tres casos, y tampoco le cuadra que la corte investigue a parapolíticos tan rigurosamente como lo ha venido haciendo. Pero sí le cuadra que unos documentos word del computador del finado Reyes saquen a la voz más sonante que no se ha cansado de pedir diálogo en vez de guerra.

Yo quiero un computador como el de Reyes. A prueba de bombas. Y lo que ahora me pregunto es qué vendrá del computador del Mono Jojoy? Porque me imagino que si Reyes tenía uno tan potente, el Mono Jojoy no se podría contentar con un reloj Rólex contra agua. Si o no? Obviamente él también debía haber tenido un computador contrabombas con datos importantes que puedan servir en futuras investigaciones contra lo que se atraviese por el camino.

Ah! y ésta semana también aprendí a jugar Poker. Y desde entonces estoy leyendo rostros y personalidades. Quién se arriesga y quién no? Quién miente y quiere que yo muestre mis cartas? Quién apuesta todo? Qué cartas hay sobre la mesa y cómo reaccionan los jugadores? El señor Absolvedor, eh perdón… Procurador, qué más cartas tendrá en su manga?

Mi noche de Poker / Semana de Poker en Colombia

Cali salsera II

Publicado: 22 septiembre 2010 en Culturales

Esto fué lo que ví, entre otras cosas, el fin de semana pasado… después de luchar con la tecnología, aquí está:

Cali salsera

Publicado: 20 septiembre 2010 en Culturales

Voy a la ciudad, voy a trabajar, ahí está el placer… lo voy a buscar… /Que mi hijo no salga un vagabundo, vagabundo que no… que no ande por mares tan profundos como los pasé yo… /Soy sensancional… porque con mi canto sí que va a temblar/ No hay cama pa’ tanta gente/ Si huele a caña… tabaco brea, usted tá en Cali.. ay mire vea!… ah… son textos que me hacen hervir la sangre y son más que música, son recuerdos, olores, sabores, momentos, rostros.

El Festival Mundial de Salsa de Cali 2010 estuvo a todo vapor en la Plaza de Toros de Cañaveralejo este fin de semana. Los muchachos de los barrios populares escogieron la música de los abuelos para mostrar sus habilidades. Si hay algo que me gusta de la cultura de la salsa en Colombia es que siempre agregamos, y no quitamos. Bailamos lo que bailaron nuestros abuelos, nuestros padres, y ahora los muchachos nacidos en los 90s bailan también lo que bailamos nosotros y crean música nueva. Agregan. Agregan también pasos, movimientos, pintas.

Cali se quiere dar a conocer como lo que es, una ciudad multiétnica. Ciudad de gentes de todos los colores que han creado lo que hoy decimos es «nuestra cultura». Estar en el festival de salsa de Cali este fin de semana fué ésta vez una manera de ahogar las penas por lo que estaba pasando en Suécia, cuando ayer los herederos nazis llegaron al parlamento con una única propuesta: paren la inmigración! Son herederos de un partido político con el lema: «Suécia para los suecos» «Conservemos a Suécia sueca».

En la Plaza de Cañaveralejo ahogué las penas de ver el racismo crecer en mi segunda patria. Y nada mejor que ver a la ciudad que me vió nacer, exaltar con orgullo su origen multiétnico. Cali linda, Cali bella, Cali negra, india, blanca… mestiza.

http://www.festivalsalsacali.com/

Festival de Salsa

Bailarina en la modalidad "Parejas"

Competencia en la modadlidad "Cabaret" - muchachos de los barrios populares de Cali

Plaza de toros de Cañaveralejo - Cali

Festival Mundial de Salsa, Cali 2010

Recinto inviolable

Publicado: 17 septiembre 2010 en Política colombiana

Mañana tranquila, desayuno tranquilo, no estrés. Y leyendo el El Espectador de ayer eso sí, casi me atraganto cuando leí lo que el senador Omar Yepes del Directorio Conservador opina de la captura del senador Javier Cáceres (Cambio Radical) por parapolítica.  Yepes se indigna de que Cáceres haya sido capturado en su oficina pues las oficinas del Capitolio «deberían ser inviolables«!! Justamente por eso fué bueno que lo hubieran capturado ahí mismo los agentes del CTI, porque esas oficinas deberían ser inviolables y no se deberían permitir ladrones, asesinos o auspiciadores de grupos de la muerte! Y que bueno que fué ahí para que el mensaje le llegara a los demás que andan rondando en ese recinto que ya se pasó de estar violado… sobre todo por la coalición de la Unidad Nacional de Santos: Partido de la U, Cambio Radical, PIN, Partido Conservador.

El desayuno de hoy, en mi recinto inviolable

La tierra

Publicado: 15 septiembre 2010 en Política colombiana

Martes 14 de septiembre en Bogotá. Hora: 8:00 am. Llego al Hotel Tequendama del centro de la ciudad y me dirijo al Salón Rojo. Lo único que pienso es que tengo que tomarme un café y porqué será que todo en Colombia empieza tan temprano? A las 5.00 am ya hay tremenda bulla fuera de mi casa por los niños que van a la escuela! Pero bueno, esta mañana le madrugué a la tierra. Porque en el Salón Rojo se finalizaría la denominada semana por la paz con un foro sobre la tierra y el lanzamiento de la propuesta del Gobierno de Política Integral de Tierras en Bogotá.

Afortunadamente hay café. Y mucha gente en grupitos discutiendo desde ya el tema. Se inicia el foro. Entre los oradores está Patricia Buriticá por la CNRR, quien centra su atención en los retos de la devolución de tierras. Será que mandandamos familias campesinas que hoy están en el Sisbén, que sus niños están en la escuela y que ya cocinan en estufa a su parcela donde no hay puestos de salud ni escuelas y devuelta al fogón de leña? Qué desarrollo va a tener el campo? Y cómo vamos a manejar que las nuevas generaciones de campesinos desplazados quizás ya no quieran regresar al campo?

Alfredo Molano y Gustavo Petro pusieron el dedo en la llaga. Hablar de tierras en Colombia no es un tema que simplemente comprometa la tierra y los campesinos. Implica hablar de qué modelo de desarrollo económico y humano vamos a tener en el país. «El colono es la punta de lanza para la concentración de la tierra» dijo Molano, «va adelante el colono abriendo y atrás el terrateniente comprando». Su pregunta al ministro de agricultura Juan Camilo Restrepo que también estaba en el panel era sencilla: «Cómo vamos a hacer para que aquellos que regresen no se endeuden y tengan que vender?» Porque esas son las leyes del mercado. Y habló de las reservas campesinas, quizás como los indígenas y los afros tienen sus derechos reconocidos los campesinos deban también tener áreas que no puedan ser compradas sino que sean reservas campesinas destinadas a la protección del pequeño productor. Y en últimas la ley de tierras del gobierno pasará por varios filtros: los disparos de las críticas de los gremios, el filtro del congreso, el filtro de la implementación y al final el filtro de los disparos contra los campesinos que empiecen a retornar.

Petro también habló de los mismos disparos y en términos muy antropológicos explicó que aquel juez que al final sancionará que un grupo de campesinos regresen a sus tierras se estará enfrentando a la realidad del poder local. Es que quien usurpa la tierra es aquel que tiene el poder político y económico local y además las armas «legales e ilegales», fuera de eso también tendrá amigos en el senado y en el congreso. Así que aún cuando la ley salga virgen y no la violen en el congreso, la implementación estará a cargo de un juez de carne y hueso que o se doblegará ante el fajo de dinero que le ofrecerán o pondrá en riesgo su vida y la de su familia. Y agregó que sin tapujos hay que pensar que la ley de tierras se trata es de un acuerdo de paz. Hay que empezar a hablar sin sonrojarnos de un acuerdo de paz. Qué le vamos a dar a esos intereses económicos para que suelten la tierra? Cómo vamos a apoyar a los pequeños productores si ya tenemos en cursos tratados de libre comercio que no los benefician? Cómo vamos a seguir con la misma política antidrogas que nos exige USA si es la que también nos está atizando el conflicto y la pelea por la tierra?

Me dió hasta pesar del ministro, no porque de verdad me diera pesar, sino porque debe ser muy berraco estar en ese auditorio y no tener las respuestas. El ministro prometió una segunda parte de la Política Integral de tierras donde se tocará el apoyo al agro y la frontera forestal, pero que irá a consultas con los indígenas y los afrodescendientes. Y vió factible la creación de reservas campesinas por ejemplo en los Montes de María. Pero no podía contestar la pregunta de cómo apoyar al juez que se enfrentará al poder local. Ni tocó el tema de los tratados de libre comercio ya firmados con la UE y con Canadá que vá en contra de la economía campesina y la seguridad alimentaria para en cambio fortalecer a los grandes productores de biocombustibles.

Martes 14 de septiembre en Bogotá. Hora: 16.30. En una oficina del centro de Bogotá donde funciona la Mesa Nacional de Población Desplazada me entrevisto con un desplazado del Urabá antioqueño. La oficina es pagada por el gobierno, pero no tienen ni teléfono ni internet. Los dos computadores que veo están apagados y al parecer no se usan. Un escritorio corresponde a los afrodescendientes y otro a la Coordinación Nacional de Desplazados. En las otras oficinas se analiza lo ocurrido en el Tequendama.
– Y usted qué cree? – le pregunto al desplazado. Cree que va a poder regresar a su casa en el pueblo?
– No, cómo se le ocurre?, mi casa ahora es la oficina de las bandas emergentes, de los Rastrojos – Me contesta.

Alfredo Molano, periodista (izq) y Eduardo Vega (der.) de Forjando Futuros

Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Juan Camilo Restrepo. Gustavo Petro a la izq. de la mesa.

El escritorio de los Afrodescendientes en la Mesa Nal. de Población Desplazada. Sin teléfono ni internet

Afiche en las oficinas de la Mesa Nacional de Población Desplazada

Los sabores de aquí y de allá

Publicado: 15 septiembre 2010 en Cotidianas

Una de las cosas que mis amigos en Suécia acostrumbran a decir después de viajar en América Latina es que la comida es muy repetitiva. En casi todo centroamérica, en Venezuela, en Colombia, en Brasil, lo que comemos es carne, arroz y fríjoles. En últimas dicen que muchas cosas son muy buenas pero la comida es muy mala. Con algunas excepciones: México y Perú resaltan y a Argentina la salva su carne. Y los entiendo. Un europeo es exigente con la comida normalmente. Un francés tiene cincomil quesos para elegir, mientras que aquí el queso no se usa ni mucho en la comida, es más para la arepa. Si se quiere ser un poquito sofisticado se ralla un parmesano sobre algo. Un italiano tiene diezmil tipos de aceitunas y grandes cantidades de platos de mar, pastas, panes rústicos, etc etc. El paladar agradece enormemente una ida a Italia y de ahí igualarla queda muy difícil. Los suizos son hasta ahora los que me han parecido los reyes del pan. En cada esquina en Zürich se encuentran panes integrales, rústicos, blancos etc hechos como por la mano de Dios. Comidas en sí mismos. Mientras que aquí el pan es una cosa dulce y sin contextura que se come porque sí. En Cali, muchos la acompañan con gaseosa! y completan así unas onces que dificilmente alegran a un visitante.

Pero algo está pasando.  Y lo vengo notando desde hace un año. Cuando fuí a Santander descubrí parte de la cocina santandereana, la pipitoria de chivo por ejemplo. Un nombre extraño para un plato que por lo menos en el Valle no habíamos oído. Lastimosamente no había mucha alternativa para una vegetariana como yo, pero con gusto probé los quesos de chivos de la región que me dejaron con ganas de volver a Barichara y Guane. En Montería probé el famoso suero costeño, los bollos (nombre muy feo para los oídos de un vallecaucano) y el queso costeño. Todo muy rico. Aprendí la delicia de comer arroz sólo con suero. El paladar agradeció.

Hace dos semanas caí en Popayán y de pura chiripa estaban en el Congreso Nacional Gastronómico. Por 8avo año consecutivo. Así pude descubrir el ají de maní y conocer de los tamales de pipián de la región payanesa. Además que Popayán está lleno de restaurantes criollos pero también de opciones de comidas extrangeras. Un restaurante italiano a unas cuadras de la plaza resultó ser muy bueno y muchos de los locales que entraban pedían la lasaña servida directamente en la caserola. Popayán además me enteré, recibió el reconocimiento como Ciudad de la Gastronomía por parte de la UNESCO y de cara al congreso invitó a la ciudad de Chengdu en China a presentar sus comidas y al Meta a mostrarle a los caucanos su propia comida típica. En Congreso Nacional Gastronómico me dejó además con la buena experiencia de probar la gran cantidad de cafés que hay sólo en el Cauca. Exquisitos.

Este fin de semana en Villa de Leyva, de nuevo pude darle gustos al paladar. La Villa de Leyva tiene muchas apuestas extranjeras y nacionales entre sus restaurantes. Las opciones son variadas. La carne de ternero es al parecer un ingrediente importante en esa parte de Boyacá. Pero además en un restaurante interesante preparaban el ternero en un horno de leña donde además preparaban el pan rústico de inspiración italiana y ofrecían vinos chilenos. En el mismo pude disfrutar de una trucha en horno de leña con salsa de almendras! Y al día siguiente en un restaurante italiano, en realidad el dueño es colombiano especializado en comida italiana, me dí gusto con un pan rústico con aceitunas negras y verdes y bañado en aceite de oliva que parecía traído de los campos italianos o de la Andalucía española. Además que porque España también está presente en Villa de Leyva, con restaurantes que preparan la paella con ingredientes de la región. Además que una tarde nos sentamos a tomar un café en una pastelería francesa, donde los pasteles, las galletas y el pan francés atraen miradas de deseo de todo el que llega. Y no defraudan.

Aunque soy de las que disfruto las lentejas, la trucha, la arepa, el queso cuajada y sobre todo las frutas colombianas que no necesitan ni de helado ni de arequipe para ser fenomenales, sí celebro la inspiración e influencias que parecen estar llegando al país a través de los que llegan y de los que regresan.

Lo que sí es una constante y que parece que nunca cambiará, serán los huevos revueltos del desayuno. El perico, como decimos en el Valle.

Restaurante típico La Viña en Popayán

Carne de ternero en el horno de leña y papas - comida boyacense

Trucha al horno de leña en salsa de almendras en Villa de Leyva

Los huevos pericos/revueltos, el desayuno de los colombianos

La puerta del recuerdo

Publicado: 7 septiembre 2010 en Política colombiana

En Popayán éste fin de semana pasado me topé por acaso con la casa museo Guillermo León Valencia. Es una casa antigua colonial hermosa como muchas del centro histórico de Popayán.
-Ese fué un presidente – le digo a mi compañía. – Un conservador amigo de Franco, continúo.
Una de las cosas que cuento como una de mis cualidades es mi memoria. Tengo una memoria bárbara y a veces me recuerdo de cosas insignificantes, con mucha precisión. Siempre lo hayo bueno. Ojalá el país tuviera un milímetro en memoria colectiva e histórica de la memoria personal que yo tengo. En cuanto leí el nombre en la puerta de la casa museo, me trasladé al apartamento en Bogotá el año pasado cuando tomando mi café de mañana leía sobre el ilustre Guillermo León Valencia, conservador, con un bigote hitleriano digno de su época, payanés, presidente del Frente Nacional, recuerdo que leí en el artículo de El Espectador que hacían 100 años de su natalicio. Que era amigo del General Franco en España, que le gustaba la caza.

– Entremos, le digo a mi compañía.

Muy cierto. La casa tenía un afiche gigante donde se recordaban los 100 años del natalicio de este personaje 1909-2009. Un cuarto estaba dedicado a su familia y sus hobbies. La caza fue su pasión.
-Provenía de una familia conservadora pero su hermano, Alvaro Pío, era comunista, nos dijo el guía.
– Comunista?, le pregunto asombrada. Y cómo habrá hecho para ser comunista en medio de conservadores?
– Alvaro Pío fué catedrático y una persona muy popular aquí en Popayán, nos dijo el guía, un payanés bajito y de sonrisa amable.

Después seguimos al cuarto del Frente Nacional. Guillermo León Valencia fué presidente del Partido Conservador en plena época de La Violencia. En 1958 iba a aspirar a la presidencia, pero por problemas internos de su partido, apoyó mejor al liberal Alberto Lleras (!), primer presidente del Frente Nacional, cuando se repartieron el poder los dos partidos políticos. Mientras tanto lo nombran embajador en Madrid y es ahí cuando se vuelve amigo de Franco. Después es elegido presidente en el periodo 1962-1966, el segundo del Frente Nacional. Según nos dice el guía: «Salió elegido (designado diría yo) con la propuesta de acabar con las guerrillas liberales de esa época» – pero fracasa rotundamente. En cambio nacen las FARC y el ELN en 1964. Sin embargo la historia lo cataloga como «El presidente de la Paz» o así lo presenta el museo. Después de ser presidente lo nombran de nuevo embajador en Madrid, parece que le quedó gustando la España de Franco y el «Generalísimo» lo recibe de nuevo.

Me deja un sabor amargo esta visita. La corta memoria. Como si la guerrilla, el conflicto, hubiera nacido de la nada y a la gente se le olvidó su propia historia. Porque cuando este presidente de la paz fué uno de los líderes conservadores, mis abuelos perdieron sus fincas por ser liberales, de aquellos que siguieron a Gaitán. La chusma como les decían a los paracos de antaño, los sacaron a bala y machete. Mientras tanto los liberales y los conservadores por encima hacían acuerdos de cómo repartirse el poder. Y un conservador con bigote hitleriano era elegido para acabar con las guerrillas liberales.

Cómo evitaremos que la historia catalogue a Uribe como el Presidente de la Paz No. 2? Nos estamos demorando, ya en España (sin Franco) le dieron el premio «La Puerta del Recuerdo» por su apoyo a víctimas del terrorismo. Incluirán ahí a los mal llamados «falsos positivos» o se referirán a que Uribe «desempolvará» su tarjeta de abogado para defender a las fuerzas militares? De vez en cuando deveríamos entrar a un Museo, a una puerta del recuerdo.

Placa de la casa, fundada por el tatarabuelo de Valencia

El museo

El ex-presidente Guillermo León Valencia

Campesinos con Valencia. Foto de foto de archivo del Museo.

En serio?

Publicado: 6 septiembre 2010 en Política colombiana

Juan Manuel Santos inicia su discurso en el acto de lanzamiento de la Política Integral de Tierras de su gobierno, recordando a Siervo Joya, el protagonista de la novela «Siervo sin Tierra» de Eduardo Caballero Calderón, en Barrancabermeja este fin de semana. Ya ahí intúo algo nuevo. No me recuerdo que Uribe alguna vez en los discursos que le escuché haya mencionado un libro. No recuerdo a Uribe como un hombre culto. Saco una libreta y apunto el nombre de la novela porque me la voy a tener que leer.

Continúa Santos, que había sido precedido por el alcalde de Barranca, por el gobernador de Santander y por el ministro de Agricultura. Habla de «defender al campesino colombiano» «para que hayan más Juan Valdez y menos Siervos Joya» (Siervo Joya era un campesino que no era dueño de la tierra que trabajaba). «Lo volveremos empresario». Habló de que unas tierras de 1600 hectáreas que se le lograron recuperar a Macaco serían entregadas a campesinos en el proyecto Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio y le habló directamente a los campesinos ahí presentes de «Queridos Campesinos» y al padre Francisco de Roux, que se ha hecho conocer por su defensa de los derechos humanos en esa zona y que inició el proyecto hace 15 años. Continuó: «La justicia debe ser un aliado y no un obstáculo» refiriéndose a que ahora el campesino que ha sido despojado tendrá más respaldo de la Justicia y que el gobierno se esforzará por entregar títulos de propiedad que facilitan préstamos. Porque como había dicho Juan Camilo Restrepo, el nuevo ministro de Agricultura un poco antes , el país tenía una deuda con sus campesinos.

Habló también de que una hectárea agrícola genera 12,5 más valor que una hectárea ganadera. Sin embargo tenemos sólo 4,9 millones de hectáreas agrícolas, cuando hay 21.5 hectáreas que se podrían dedicar a esta actividad. Y en cambio tenemos 38,6 millones de hectáreas ganaderas cuando en realidad sólo 20 millones son aptas para la ganadería. Duro, me pareció. Duro contra los ganaderos, los consentidos de Uribe. Me pregunto qué estarían pensando en Córdoba.

Y también habló del medio ambiente. De cerrar la frontera forestal. De apoyar a los campesinos para que no tumben los bosques. De que 6 millones de hectáreas más en la Amazonía serán declaradas áreas protegidas.

Claro que alabó el legado del presidente Uribe, quién «entendió» que lo primero debía ser la seguridad. Ahora Santos irá por la «prosperidad democrática».

No hay duda que Santos está usando palabras y conceptos distintos, que nunca se le escucharon a Uribe. Deuda con los campesinos?, más agricultura y menos ganadería?, cerrar la frontera forestal? En serio?

Mientras veía este acto de lanzamiento de la Política de Integral de Tierras en el canal institucional me acordaba de la columna de María Jimena Duzán en Semana. No es que los críticos de Uribe se hayan vuelto Uribistas. Sino que Santos parace haberse cambiado de orilla. Será en serio?

Juan Manuel Santos en Barrancabermeja

Llevando un pedazo de Suécia conmigo

Publicado: 2 septiembre 2010 en Cotidianas

Durante un tiempo estaré fuera de Suécia. Antier me empecé a instalar en mi nueva vivienda alquilada en Cali para iniciar una nueva etapa de descubrimiento de esta ciudad a la cual llamo mi «hometown».

Pero como 14 años son 14 años, no pude evitar meter en mi maleta un poquito de Suécia. Pan integral (lo siento pero en Colombia cuesta mucho conseguir un buen pan integral y el tipo alemán sale mucho más caro que en el mismo Estocolmo), knäckebröd (un pan duro integral, al que yo en un inicio bautizé como galleta de cartón, hoy es uno de mis favoritos y difícil de conseguir en Colombia, Ecuador o Brasil), velitas de olor de IKEA (velas pequeñitas, a las cuales soy adicta de una multinacional sueca llamada IKEA que aún no ha descubierto el «mercado» colombiano) y libros en sueco (nunca he intentado conseguir libros en sueco aquí, pero me imagino que será igual de difícil como conseguir libros en español en Estocolmo para la compra – en las bibliotecas abundan -).

Y bueno, ok, también traje un poco de humor. Victoria y Daniel no podían faltar. La princesa sueca que un día será reina y su nuevo esposo Daniel, un muchacho del «pueblo» que ahora es príncipe. Los puse muy bonitos en la mesa de la cocina para que sean vistos por los futuros invitados a mi casa. Se trata de un trapo de cocina con sus imágenes, de una postal con el título «El camino desde Ockelbo» – éste último es el pueblito al que Daniel debe llamar su «hometown» y el subtítulo: «How to become a Swedish Prince». La postal muestra que el primer paso es asegurarse de nacer en un pueblo en el monte sueco. Y el tercer artículo es una tarjetica con tatuajes de Victoria y Daniel, para hacerse tatuajes temporales reales (de realeza).

Estos artículos en mi cocina serán un punto de partida para que mis invitados digan con asombro: «Y es que en Suécia todavía hay reyes?» Curiosamente, uno de los argumentos en Suécia a favor de la monarquía es que la familia real hace sonar el nombre de Suécia en el extranjero. Seguramente en Europa, porque la gran mayoría de amigos latinos y africanos desconocían que había familia real sueca, hasta que yo les conté. También después les comentaré a mis invitados que el jefe de estado en Suécia es el rey, que su poder (obviamente) se hereda, que no tiene «poder político» y no puede pronunciarse en cuestiones políticas, pero que recibe una buena cantidad de dinero del estado para que pueda vivir como un rey. Valga la redundancia. Que el estado además les subió esa cuota este año debido al matrimonio de Victoria con Daniel, y que en su matrimonio Victoria pronunció las palabras: «Gracias por darme mi príncipe» a sus súbditos desde un balcón del palacio real en Estocolmo. Que después de la despampanante fiesta se fueron a una luna de miel super lujosa en avión y yate privado, con cocineros a bordo y guardaespaldas del servicio secreto. Que estuvieron en la Polinesia, en Brasil, en Estados Unidos viviendo lujosamente. Todo pagado por el multimillonario Bertil Hult, dueño de la empresa sueca de aprendizaje de idiomas EF (con negocios en Colombia), y que entonces empezó un merecumbé en Suécia sobre porqué la princesa no se pagaba su propia luna de miel, con tanta plata que tiene y ya que el matrimonio no le costó nada. Que la acusaron de dejarse sobornar, pero que no se pudo hacer una investigación porque en Suécia, la familia real y miembros de la corte están por encima de la ley. Jamás se les podrá probar un caso de corrupción.

Ya quisieran muchos expresidentes colombianos poder terner la misma suerte que Victoria y estar por encima de la ley.

Después de todo esto mis amigos me dirán: «Pero entonces Daniel se ganó la lotería». Pues sí, mientras esté casado. Porque si se divorcia no recibe ni un peso, que digo, ni una corona. Sólo unos cuantos muebles del palacio donde vivirá con su princesa. De acuerdo a un papel que le tocó firmar.

Después de esto, algunos me dirán, pero bueno, entonces, tan mal no estamos.

Victoria y Daniel en mi cocina

Victoria, Daniel y Colcafé en mi cocina