Archivos de la categoría ‘Medio Ambiente’

El alcalde electo de Bogotá, Gustavo Petro, me gusta por lo visionario. No vivo en Bogotá y no lo tengo como mi alcalde y por eso envidio a los bogotanos. Porque es que en mi ciudad, Cali, no se habla más que de propuestas para saciar la politiquería inmediata, no de visión a futuro. Aquí no se habla de qué Cali queremos para dentro de 15, 20 años. No se habla de cosas incómodas: como medio ambiente y qué tiene que ver eso con los carros y las carreteras. Ya se empezaron a entregar las «megaobras» de Jorge Iván Ospina, puentes lindos, carreteras y más carreteras (nada de ciclovías)… pero sé que dentro de 5 años ya estarán pidiendo más carreteras porque las que consturyeron ahora van a quedar chicas para la gran cantidad de carros que habrán de aquí allá.

Siempre es así. Si construimos más carriles y más carreteras solucionaremos un poquito la movilidad por un tiempito. Porque después el crecimiento de pobalción y los nuevos vehículos taponarán también esas carreteras. Esa misma historia se repite de ciudad en ciudad en todo el mundo.

El tranvía de Estocolmo

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La casa verde

Publicado: 16 junio 2011 en Medio Ambiente, Niñez, Suécia

Qué dice para tí «ropa de segunda»?

Hace poco le dije a mi mamá que la ropa que no se pusiera quizás me la podía dar a mí para llevarla a Colombia. «Mami, la otra vez yo mandé ropa para las reclusas políticas y las desplazadas» (todo era ropa de mujer). Mi mamá me respondió: » Ay no, Joanna. A mí me dá pena regalar la ropa usada».
– «Pero mami, si su ropa que no usa está en muy buen estado, yo entiendo que usted se haya cansado de los modelos, colores, moda etc, pero está en buen estado. Qué piensa hacer, botarla?»

Yo entiendo también que a mi mamá le dé pena dar su ropa usada. En Colombia no hay un mercado de cosas de segunda mano. Las cosas de segunda mano se ven como «cosas de pobres», como limosnas. Creo que es algo que está también muy en nuestra mente, en nuestra forma de ver el mundo, que lo que esté «nuevo» es lo mejor. Cuando yo era niña esperaba de verdad el estrén de navidad y del año nuevo, además porque era prácticamente las únicas oportunidades en que me compraban ropa nueva durante todo el año. El sueldo de profesor estatal de mi padre y el de contadora de una empresa de mi madre no alcanzaba para muchos estrenes durante el año. Uniformes, útiles escolares, matrículas y mensualidades etc venían primero.

Después en Suécia, mi primer abrigo fué de segunda mano. En ese momento ni soñar con uno nuevo.

Botanizando en la Casa Verde

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Eje cafetero?

Publicado: 13 enero 2011 en Cotidianas, Medio Ambiente

Nuestro eje cafetero (departamentos de Risaralda, Quindío y Caldas) ya no parecen tan cafeteros. Anoche regresé de unas pequeñas vacaciones en la zona (Santa Rosa de Cabal, Salento, Filandia) y aunque la zona aún es hermosa y con aquellas casonas de las fincas cafeteras y los pueblos tipo «Café con Aroma de Mujer», las plantas de café no se ven por ninguna parte, a menos que se meta uno en el pequeño camino entre Filandia y Quimbaya (Quindío). Desde la autopista del café sólo se ven pastos, zonas ganaderas. Y el camino a Filandia es básicamente ganadería. Efectivamente la gente en Filandia me comentó que muchas fincas cafeteras dejaron el negocio del café y se han dedicado a la ganadería o al turismo. En una finca me comentaron que era difícil conseguir gente para trabajar en la recolección de café.

Esto contrasta con las visitas a los pueblos, donde las cafeterías compiten en cuál hace el mejor café y además hay iniciativas para fomentar la cultura del café, cual tratase del vino. Enseñando a los visitantes cuál es la mejor forma de tostar, tostando el café en la misma cafetería o restaurantes y si se quiere le venden el paquete de café de una determinada finca. Y pareciera que este movimiento fuese menos comercial. Me decía don Eduardo, del restaurante Allegra de Salento, el que sirve el mejor café en todo el Quindío, que la misión es enseñarle al colombiano mismo la cultura del café, que sepa diferenciar los diferentes tipos, pasar de exportar nuestro mejor café y tomar el bagazo a tomar nosotros mismos los mejores granos. Y vaya que se aprende! Es muy diferente el sabor de un grano de 1300, 1500 o 1600 mts sobre el nivel del mar. También es distinta la forma de tostarlo. Y del Cauca y de Nariño están llegando ahora unos de los mejores cafés colombianos. Inclusive la cadena de cafeterías estadounidenses Starbucks ya compró toda la producción de café de Nariño para este año, según me comentaron en Allegra.

En todo caso, las cifras de Fedecafé ya aterrizaron y al parecer Colombia aumentó su producción de café en el 2010, de 7,8 millones de sacos en 2009 a 8,9 millones el año pasado. Sin embargo las cifras son por debajo de lo esperado, que eran 9,2 millones de sacos. Y muy lejos del nivel de 2007, 12,6 millones. Y se prevé que para el 2011 la producción caiga debido a la lluvias de finales de 2010.
Y si uno vá al «eje cafetero» pues no le extrañan las cifras. La verdad es que será mejor llamarlo el eje ganadero o turístico.

Y el turismo se basa sí en la cultura del café, en las fincas cafeteras que por demás son de ensueño, pero hoy casi que meramente hostales turísticos. Pero además, el turismo se basa en la naturaleza de la región, que de verdad lo deja a uno con la boca abierta. Atónito ante tanta hermosura reunida. Sobre todo cuando no se mira tanto a los pastos ganaderos, sino que se pone uno las botas pantaneras y se adentra en las trochas, subiendo la montaña para ver los nacimientos de ríos y las cascadas. Nacimientos de agua fría y agua caliente o termal. La montañas y los bosques guardan secretos milenarios, árboles en peligro de extinción que pareciera que rogaran no ser descubiertos entre tanto verde y poder así disfrutar de ser los nidos de pájaros de miles colores y muchísimas otras especies que viven una vida silenciosa o ruidosa a su manera, como esperando jamás ser descubiertos por aquellos animales depredadores de todo lo que tocan: los seres humanos.

Detrás de estas hermosuras naturales, en la vía que de Boquía (vereda de Salento) lleva a la reserva de la Pata Sola (a donde nadie vá – lo sé porque fuí y troté sola por mucho tiempo en ese paraíso) hay una extenso «bosque comercial» de eucaliptos. Mientras trotaba martes en la mañana, me encontré con unos trabajadores muy amables que talaban los árboles de eucalipto. Al preguntarles por su labor me comentaron que ese «bosque comercial» era propiedad de la compañía Cartón Colombia y la madera sería usada para hacer papel. Lastimosamente el eucalipto es una especie de árbol que pide demasiada agua y seca la tierra en ecosistemas donde ellos no son «naturales». El ecosistema en esta zona es bastante frágil, ya que allí hay nacimientos de agua, y muy cerca nace el río Quindío. Una hermosura de río de agua super fría que por Boquía pasa aún limpio y claro. Como en el Edén. Pero es preocupante que justo en sus inmediaciones tenga un bosque de eucaliptos, para hacer papel. Ya Cartón Colombia ha sonado anteriormente por sus plantaciones en el Valle del Cauca, donde la gente se quejaba de sus «bosques comerciales» de eucaliptos. Cuántos ríos podemos sacrificar por nuesto papel? Cuánto le vamos a permitir a las compañías papeleras arriesgar nuestras fuentes de agua y nuestros bosques?

A finales de los años 90 Colombia ocupaba el 4 lugar en el mundo en recursos hídricos. Hoy somos el No. 24. Pueden creerlo? Tenemos que empezar a pensar el «desarrollo» de forma diferente. Desarrollo en este caso no serían más empresas que sequen nuestras fuentes de agua, serían las iniciativas para aprovechar el agua y preservar nuestras fuentes del recurso al mismo tiempo. Como va el mundo con sus cambios climáticos y la futura falta de agua, si logramos mantener nuestros recursos hídricos podríamos ser potencia en este sentido.

Habrá que hacerle seguimiento a empresas como Cartón Colombia cuya actividad no sólo le genera ganancias a ellos, las genera a costa de una acitividad riesgosa para todos nosotros. Cómo son las políticas ambientales de la empresa que comercia con «bosques comerciales»? Pues en su página de internet se vé únicamente la Política de Responsabilidad Social en cuanto a temas sociales de las comunidades donde laboran. Pero nó una visión ambientalista global.

Como Leonor Zalabata – líder de la comunidad indígena arhuacos – me dijo sabiamente una vez en una charla en el año 2007: «Sin los derechos del medio ambiente a existir y subsistir, no existen los derechos humanos. Porque sin medio ambiente no somos nada».

Santa Rosa de Cabal

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Colombia humanitaria

Publicado: 12 diciembre 2010 en Medio Ambiente, Política colombiana

El invierno ha sido tenáz. Nadie ha podido ignorar las lluvias tan terribles que hemos tenido. Así no se nos haya inundado la casa, las lluvias nos han afectado de una forma o de otra. Yo tuve que comprarme paraguas y sufrir el frio de Bogotá hace poco cuando prácticamente en toda mi estadía en la capital me la pasé empapada. De ahí que tuve que comprar paraguas.

Pero para muchos colombianos ha sido peor. Han perdido sus casas o sus cosas en las inundaciones. Según la Dirección de Gestión del Riesgo del Ministerio del Interior y de Justicia, 1.574.762 personas han sido afectadas por el invierno hasta la semana que pasó. 194 habían muerto, 248 fueron heridas y 143 están desaparecidas. En total se han visto afectados 648 municipios en 28 de los 32 departamentos colombianos.  2.040 casas han sido destruídas y 269.325 han sido dañadas.

Lo que primero pienso es lo siguiente: somos un país de rios. Qué han hecho nuestros gobiernos anteriores para evitar inundaciones? Osea, no puede ser que esto nos coja por sorpresa. Somos un país en una latitud tropical. Con épocas de lluvias. Además en una zona muy sensible a terremotos. Un país montañoso, sensible a derrumbes. Un país con volcanes, sensible a erupciones vulcánicas. Qué medidas de prevención se han tomado? En el Valle, las autoridades se echan la culpa los unos a los otros. Que si era o nó la responsabilidad de la CVC. Y al parecer fué que echaron a la gente de la CVC que sabía hacer las cosas para poner cuotas políticas/burocráticas de los políticos. Es o nó el colmo de los colmos? Nuestras instituciones que tienen a su cargo tanta responsabilidad están en manos de gente inepta pero con buenos contactos.

Como el problema se nos vino como de la nada y nos cogió de nuevo con los pantalones abajo, como todas las catástrofes en este país, entonces ahora el presidente y su gobierno se inventan la tal llamada «Colombia Humanitaria«. Invitando a todos a ayudar. A que seamos solidarios con nuestros compatriotas. A darles una nueva esperanza. El presidente Santos además busca con esto la ayuda de los empresarios. Por favor, ayúdennos! O ayúdenlos! Es que no tenemos plata! El Estado Colombiano no tiene plata para sus ciudadanos. El presidente entonces busca ayuda además en el extrangero. Según los medios ha ido a Nueva York a gestionar ayudas de la Cooperación Internacional.

Esto en español simple es: pedir limosna.

No es que yo esté en contra de la solidaridad. Ahora más que nunca debemos solidarizarnos. Pero ahora más que nunca es que tenemos que exigirle a nuestro Estado. Qué es un Estado si nó para solucionar problemas colectivamente? Pero nuestro Estado, como buen Estado neoliberal, lo único que supuestamente controla o vé como su prioridad es: el uso de la fuerza. La seguridad. Cuidar y preservar la propiedad privada. Por eso, no tiene cómo ayudar a esta gente cuyas casas están bajo el agua. De qué sirve el presupuesto de las fuerzas armadas en estas catástrofes que además no se previnieron?

Porqué no hay un fondo estatal para ayudar a la gente que se vea afectada por estas catástrofes? De qué nos sirve atraer tanta «inversión extrangera» si no nos dejan un peso de todo lo que se llevan aquí de nuestros recursos naturales? Por el contrario, ni empleo decente ofrecen y hasta mandan asesinar a sus obreros sindicalizados! Porqué les piden limosna ahora? Porqué no les ponen impuestos que sientan a las empresas petroleras, mineras y otras que vienen a nuestro país y lo invertimos en sacar de la pobreza a la gente nuestra? En tener recursos para acudir cuando los volcanes hagan erupciones, el cambio climático nos siga afectando y los terremotos nos toquen otra vez?

Porqué no tiene el Estado más empresas bajo su cuidado? Porqué no preservar las Empresas Públicas y ponerlas eficientes? Que le den plata al estado y le llenen sus arcas para invertirlo en por ejemplo la educación, que hoy es un desastre. Y en un fondo para tender a las víctimas que tendremos por el cambio climático. Los países ricos no van a mover un dedo por cambiar su estilo de vida que tanto afecta al planeta. Nos tenemos que preparar para más inundaciones. Porqué no hacer que los países ricos a través de sus empresas que sacan oro, plata, carbón, petróleo de nuestro suelo paguen impuestos altos que los pongamos a funcionar en pro de la población colombiana. Y al mismo tiempo pidiéndole cuentas a nuestros políticos.

La solución no es pedir limosna. Es ahí cuando se muestra que somos un país subdesarrollado. Ustedes se imaginan a los suecos pidiendo limosna para sus catástrofes?  Y obviamente ellos empiezan por prevenirlas! Nuestros compatriotas no deberían estar pidiendo limosna. Tienen todo el derecho a ser ayudados a salir adelante y recuperar una vida digna. Tenemos que empezar a pensar cómo vamos a hacer para las próximas catástrofes. Ahí necesitamos a nuestro Estado, velando por nuestros intereses y nó por los de políticos corruptos e ineptos o los de las transnacionales. Necesitamos un Estado Social, no sólo un Estado policíaco. Eso sería tener una Colombia verdaderamente humanitaria.

 

El Atlántico bajo el agua

Llegando a Palmira

El Valle inundado

El Valle inundado 2

El Valle inundado 3

El Valle inundado 4