Jairo golpeó a Claudia duro en la cara y en los brazos. En realidad ya habían estado separados por casi dos años, por causa de su violencia física, verbal y psicológica hacia ella, pero cuando supo que alguien la pretendía y que ese alguien se encontraba en la que había sido la casa de ambos a esa hora, se fué para allá como una fiera. Era alto, buen mozo, de Tumaco. 42 años. No podía permitir que a «su mujer» la visitara otro hombre. Se fué rápido. Llegó y armó un escándalo. Dicen que las mujeres son las escandalosas, pero esta vez era Jairo, el señor más exitoso de la cuadra. El que tenía una casa bonita. El fué el que formó el escándalo. Sacó al pretendiente de la casa. Y golpeó a Claudia. Le dió un escarmiento. Pa’ que aprenda. «Usted es mía y no le permito que entre hombres a esta casa!» – gritó el ex-esposo. Y aprovechó y se llevó la nevera, porque según él, era de él. Como Claudia. Sólo que por la nevera sí podía mostrar una factura de compra.
– «Al otro día yo me fuí y lo denuncié en la fiscalía. Yo estaba toda morada. Usted viera como me dejó!. De la fiscalía me mandaron para Medicina Legal. Me dieron 15 días de incapacidad. Y me dijeron que lo iban a citar. Después yo le dije a él. El vive cerca, y le dije que yo lo había denunciado. Que lo iban a llamar. Sabe qué me dijo?
Usted cree que me van a meter a la cárcel por una nevera? Si yo tengo la factura! Esa la compré yo y es mía!
Y se rió. Yo no le dije nada más».
Efectivamente la fiscalía después de tres meses de pasados los hechos y de haber puesto la denuncia, citaron al señor Jairo.
Claudia y Jairo fueron allá juntos. A la fiscalía que en Cali se le conoce como «la del mundo de los niños» – por su ubicación.
Allá un fiscal le dijo a Jairo:
-«Señor Jairo Tal PasCual, Ud. sabe por qué está aquí?»
-No señor. Respondió un Jairo muy seguro de sí mismo.
-Ud. se acuerda qué hizo el dia 1 de marzo de 2012?» Insistió el fiscal.
– No señor. Nada anormal. – Replicó Jairo.
–«Le voy a leer – Y el fiscal se dispuso a leerle la declaración de Claudia donde relataba los hechos. Al tiempo que ocurría esto, Jairo se volteó de lado a mirar a Claudia fijamente a los ojos, notablemente sorprendido. Impactadísimo. No podía creer lo que estaba escuchando.
– Usted sabe qué consecuencias tuvo lo que usted hizo? –le preguntó el fiscal a un Jairo todavía mudo.
– No señor. Rompió Jairo su silencio.
– Pues la señora tuvo que ir a Medicina Legal y le dieron 15 días de incapacidad. Respondió el fiscal. –«Si la señora quiere lo puede meter a usted a la cárcel. De 4 a 8 años por lo que hizo. Eso es delito de violencia intrafamiliar» – prosiguió el fiscal.
Lastimosamente para Jairo, él no tenía una factura de compra por Claudia. Sólo por la nevera que sacó tan cuidadosamente para que no se rayara.